Menú
Ignacio Montes

Quiero ser artista

Si la fiesta decae no hay nada como pinchar el nuevo disco de la Galera. Es la mejor manera de tirar por la calle de en medio y abrirse las venas con una hoja de lechuga, como diría alguna reina del colorín. La Galera, recuerden, es esa nena de rubios tintes, estudiados ademanes de pseudo-diva y novio marine que perdió la línea por los potajes de mamá. Aunque lo que de verdad engrosó el triste currículo de la nueva cantante fue su intervención en aquella pesadilla llamada Gran Hermano.

Ahora Marijose, la musa de los sincerebro, embebida en las mieles de un éxito que aún no conocemos, se lanza al mundo de la música para hacernos pensar. Y yo, que a menudo reflexiono sobre éste y otros personajillos, me pregunto: ¿hay algún productor musical por ahí que me de una cita? Es que tengo una cotorra en casa que admira a Gloria Gaynor. Estaría bien que liberase a la pobre de la jaula y la lanzase a ese mundo de sueños irreales en el que vive Marijose Galera.

He leído en algún sitio que ni la música es ya música, ni las divas son ya divas. Los jetas, sin embargo, siguen exisitiendo. Después de escuchar los primeros balares de la rubia se preguntarán ustedes, si el que tuvo retuvo, ¿que le quedará a la moza en su vejez?