Resulta difícil de entender, para cualquier inteligencia media, el extraño comportamiento del presidente mexicano Vicente Fox promoviendo, jaleando y protegiendo la marcha del profesor Guillén, alias Subcomandante Marcos, a través del país.
Marcos va acompañado por los “internacionalistas” habituales, los mismos que antaño halagaron a Castro y a los sandinistas y que ahora se reconvierten palmeando al también comandante o subcomandante Hugo Chávez de Venezuela: Dios los cría y ellos se juntan.
Este tipo de facilidades y zalemas sólo se ofrecen por masoquismo o necedad, salvo que lo que pretenda Fox sea franquear al profesor y a sus amigos indígenas la ruta hacia el vacío, por la que al parecer caminan alegremente los activistas de este tour, mitad turístico y mitad antropológico.
Marcos se hartó de llamar mentiroso, oportunista, falso y mentecato al presidente Fox, y el señor presidente le envía soldados para que protejan su preciosa vida. Quien lo entienda que lo explique.
Entre manifestación y recepción el “zapatour” se dirige hacia la zapatiesta.