No sé por qué hay tanto misterio con esto de los euros. Se producen noticias curiosas de las que uno no se da cuenta, como si fuera un secreto de Estado. Por ejemplo, que en Francia calcularon mal la necesidad de monedas de 10 céntimos. Así que España ha tenido que enviar al país vecino no sé cuantas toneladas de “perras gordas”. Ya sabemos que valen lo mismo en todos los países de la Unión, pero con relieves distintos por una cara. En España la “perra gorda” lleva la cara de Cervantes. Consecuentemente, tenemos a los franceses manejando las “perras” cervantinas.
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