Les he señalado ya la gran utilidad que supone el nuevo libro de E. A. Núñez Cabezas y S. Guerrero de Salazar, "El lenguaje político español". A través de ese repertorio, verdaderamente curioso, voy a ilustrar todo lo que pueda esta seccioncilla. Lo cual no quiere decir que siempre esté de acuerdo con las apreciaciones de los autores citados. Por ejemplo, sostienen que el término maría, con el significado de “asignatura poco importante”, es una expresión de sexismo. No estoy de acuerdo.
En todo caso, vendría a ser un coloquialismo con ribetes anticlericales, pero tampoco nada graves. Durante el último franquismo, en la jerga estudiantil, se llamaron “las tres marías” o simplemente “las marías” a las asignaturas complementarias. Eran estas tres: Religión, Formación del Espíritu Nacional y Gimnasia. Recibieron el apodo de “marías” porque eran tres, no por ningún sexismo. En el Evangelio aparecen tres Marías: la Virgen, María Magdalena y María, la hermana de Marta. Las tres han merecido una abundante iconografía, sobre todo la primera, claro está. Lo que pasa es que la Biblia se nos está olvidando. De ahí que las “marías” ─al ser asignaturas prescindibles─ puedan adquirir para algunos un tinte sexista. Quizá sea más atinado percibirlo en el uso de “maría” o “maruja” para designar al ama de casa poco ilustrada. Pero esa es otra historia.
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