No me preocupa mucho que las personas corrientes digan disparates léxicos cuando salen por la tele. Es parte de la vida. Más reservas tengo si los errores los cometen personas con representación popular. Se supone que tienen que dar ejemplo en todas sus manifestaciones, también las del lenguaje. Pues bien, hace unos días salía en un telediario el busto de centurión romano que distingue al señor Caldera, portavoz del PSOE. Dijo muy claramente, sin vacilaciones ni correcciones, que “la norma se adecúa”. Es evidente que el hombre debía haber dicho “se adecua”, que es como se conjuga ese verbo. Consta un agravante, que el centurión es de Salamanca. Ya vemos que Salamanca no siempre presta lo que la naturaleza no da. ¿Tanto costaría dar el cargo de portavoz a una persona que supiera hablar correctamente? Creo que nos lo merecemos.
Adecuar
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