Menú
Francisco Capella

Manifestaciones violentas

La izquiera colectivista, rancia y caduca, exige cuando le conviene el respeto de la legalidad internacional pero es incapaz de cumplir con leyes locales sensatas que facilitan la convivencia. Convocan manifestaciones no autorizadas y cortan el tráfico con la chulería y el desprecio a los demás de quien está fanáticamente convencido de su superioridad moral. Piden democracia y cuando no les gusta el resultado de las elecciones toman la calle por la fuerza.

Vemos en los medios de comunicación abundantes imágenes de las movilizaciones callejeras, con su dramatismo y su intensidad. Pero no vemos los cuantiosos daños que causan: las miles de personas atrapadas en atascos interminables, las pérdidas de tiempo, la impotencia y la rabia contenida de aquellos a quienes les gustaría partirles la cara a quienes les cortan el paso sin motivo. Para los colectivistas la propiedad es un robo, pero en cuanto surge la ocasión se apuntan a lo de “la calle es nuestra”. Vemos a tantos que vociferan el “No a la guerra”, pero no vemos a millones que tienen opiniones más calmadas y sensatas y sobre todo menos simplistas. Un asunto tan complejo no se resume en tan pocas palabras.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, afirma que “la ciudadanía no se da por vencida frente a un ataque contra un pueblo indefenso”. Confunde a sus pocos simpatizantes con el conjunto de los ciudadanos, hablando presuntamente en nombre de millones de personas. Y confunde también a un pueblo oprimido a quien se intenta liberar con el mínimo posible de daños colaterales con los indeseables miembros de la casta opresora.

Desgraciadamente la inmensa mayoría de los periodistas, educados en lo políticamente correcto y siguiendo su instinto de rebaño, les hacen el juego a los demagogos de forma poco reflexiva. Un reportero comenta que “los manifestantes quemaron contenedores como respuesta a la acción policial”, haciendo que un acto de vandalismo por parte de unos salvajes descerebrados parezca una acción de diálogo o de defensa ante una agresión.

En España

    0
    comentarios