Resulta emocionante recibir noticias de la intervención en Nueva York de Maite Pagazaurtundua. Ella tiene una especial facilidad para la comunicación, para hacer que sus palabras –siempre serenas y profundas– aúnen la reflexión y los sentimientos. Ningún testimonio mejor para que los participantes en la Conferencia Internacional sobre Terrorismo conozcan la situación del País Vasco y la angustia de unas víctimas que padecen la violencia totalitaria y no cuentan con el apoyo de las instituciones autonómicas y los partidos nacionalistas, para las que son un inconveniente en la carrera hacia la independencia antidemocrática.
Pero resulta chocante que, al mismo tiempo que esta concejala socialista (la candidata constitucional que tuvo el mayor –y espectacular– incremento de votos el pasado 25 de mayo) explicaba en Nueva York que el Gobierno del PNV olvida a las víctimas y coincide en fines con ETA, haya aquí, donde esa barbarie se padece, otros socialistas que quieran pactar con el nacionalismo y que, en demasiadas ocasiones ya, lo hagan de hecho. Parece ser que, con disculpa de disputar políticamente con el PP, caben todas esas indignidades políticas y quién sabe si algunas más que se estén preparando. ¿Se puede decir, después de escuchar a Pagazaurtundua, que la situación del País Vasco se debe al inmovilismo del Gobierno español, a un “choque de trenes” de nacionalismos? ¿Se puede mantener, tras conocer este testimonio y tantos otros que ya conocemos, que la batalla contra esta barbarie totalitaria no implica la colaboración entre partidos democráticos? ¿Se puede estar tan lejos de la verdad? ¿O ser tan ajenos a la libertad?
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