Menú
Juan Manuel Rodríguez

Butragueño, alias "el corcho"

Desconozco si Butragueño se traicionó a sí mismo, pero es un hecho que, cual Bruto merengue, se paró dentro del área, fijó al defensa rival, amagó hacia un lado y, justo en el último instante, acabó yéndose para el lado contrario.

Peor parado incluso que el propio Fernando Martín, expulsado con cajas destempladas por sus compañeros de junta directiva, ha salido de la penúltima crisis madridista el vicepresidente deportivo del club, Emilio Butragueño, alias "el corcho". El "buitre" ha heredado, ahora como directivo profesional, aquella habilidad suya que le convirtió en uno de los futbolistas más reconocidos de su generación: el regate. En diciembre del año 2000, nada más conocerse la incorporación de Butragueño al equipo directivo del club merengue, concluía así mi artículo de Libertad Digital: "Veremos si sus regates sobre la moqueta están a la altura de las circunstancias". Si lo que requieren las actuales circunstancias es la supervivencia a cualquier precio, los regates del "buitre" en los despachos no sólo han estado a la altura de los realizados en su etapa como jugador sino que han dejado en mantillas a Pelé, Maradona, Kubala, Puskas y Zidane, los cinco juntos.
 
Ya extrañó la solitaria y complicada situación de Butragueño. Se sabía que Otero Lastres, fiel a Martín desde el principio, no daría su brazo a torcer. Y causó extrañeza, insisto, la ubicación, en clarísima minoría, del "buitre" respaldando la gestión del presidente. Independientemente de los sainetes que hubiera podido protagonizar F.M., aquello demostraba que Emilio tenía sus propias ideas al respecto. Equivocado o no, Butragueño prefería colocarse en el bando perdedor antes que traicionarse a sí mismo. Caería, sí, pero lo haría con la cabeza bien alta. Se equivocaría, pero se equivocaría él.
 
Aquello debió durar justo el tiempo que Butragueño tardó en darse cuenta de que alinearse con Martín suponía entrar inmediatamente detrás de él en la caja de pino. "Si alguien ha de salir de aquí con los dos pies por delante", debió pensar, "al menos que no sean los pies del héroe de Querétaro". Dicho y hecho. Uno de los dos votos que Martín contaba como propios voló al bando contrario, curiosamente el bando clarísimamente mayoritario. Desconozco si Butragueño se traicionó a sí mismo, pero es un hecho que, cual Bruto merengue, se paró dentro del área, fijó al defensa rival, amagó hacia un lado y, justo en el último instante, acabó yéndose para el lado contrario. ¿Marcador final?... Bastará con decir que el partido lo ganó el equipo de Emilio Butragueño, alias el "corcho". Dudo mucho que cualquiera de sus compañeros de la "Quinta" hubiera hecho algo parecido. Martín Vázquez y Míchel, muy duros con la gestión de Florentino Pérez, desde luego que no. Ni tampoco Sanchís. Ni Pardeza.

En Deportes

    0
    comentarios