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Martín Higueras

Una victoria que comenzó el sábado

El título tendría este año mayor valor ya que en 2005 el rendimiento de los Ferrari fue bastante inferior a lo normal. Ahora no. Los Ferrari están en lo más alto junto a Renault y sólo la scudería puede amargar un año muy bueno para el español.

Está claro que la gran victoria de Michael Schumacher este domingo comenzó a fraguarse durante la sesión de clasificación. El rendimiento de los Ferrari fue inalcanzable y Alonso tuvo que contentarse con el tercer lugar de la parrilla, por detrás de Massa, para su desgracia. Lo visto en la tanda del sábado es una nueva prueba de lo que muchos venimos reclamando desde hace tiempo: que la pole se premie con un punto tal y como ocurre en otros campeonatos, como por ejemplo la ChampCar de EEUU o la GP2, la atractiva "segunda división" de la Fórmula Uno. Esto le daría un elemento más de emoción: que los pilotos se jueguen el mejor tiempo en cada curva y en cada vuelta. Los piques entre Schumacher y Alonso lo demuestran. Esto crea afición pese a la opinión contraria de uno de los comentaristas de televisión, al que no le pareció tan mal que ocurriera en Indianápolis. Felizmente, su compañero defendió el otro punto de vista.

Los Ferrari están de vuelta. Ya habíamos visto en EEUU que Schumacher estaba dispuesto a demostrar que era capaz de acercarse a Alonso. Ganó allá y lo ha hecho en Magny-Cours también. La real preocupación para el asturiano y Renault es que ahora los Bridgestone parecen ser muy competitivos con altas temperaturas de ambiente y pista, tanto como los Michelin. De hecho tres de los cuatro primeros usan los neumáticos japoneses y que este triunfo ocurra muy cerca de Clermont-Ferrand, sede principal de la marca de Bibendum, es todo un síntoma. Además, este domingo Massa asumió perfectamente su labor de escudero y facilitó en las primeras vueltas el triunfo de su jefe de filas. Lo sorprendente es que Ferrari, antes tan eficiente para cambiar de estrategias en plena carrera, no lo hiciera con Massa al comprobar que Alonso haría sólo dos entradas a boxes. No hay duda que mantener las tres paradas descartó al brasileño del segundo lugar.

Pese a todo, Alonso apenas pierde dos puntos con respecto a Schumacher aunque deberá apretar un poco para que estos 17 puntos de ventaja sean suficientes para proclamarse bicampeón mundial. El título tendría este año mayor valor ya que en 2005 el rendimiento de los Ferrari fue bastante inferior a lo normal. Ahora no. Los Ferrari están en lo más alto junto a Renault y sólo la scudería puede amargar un año muy bueno para el español. Además, el segundo lugar –y lo dijo el mismo Alonso– es un buen puesto considerando que los Toyota fueron muy competitivos este fin de semana, en especial Ralf Schumacher que finalmente fue cuarto a pesar de una desastrosa primera parada ven boxes. De no ocurrir ese problema, hubiera peleado por el tercer lugar del podio.

Schumacher presiona duro en el segundo lugar del Mundial. Da gusto oír a los comentaristas de Telecinco defender la profesionalidad del alemán (como si alguien tuviera que hacerlo) y criticar a aquellos que lo jubilaron antes de tiempo por una desastrosa pasada temporada. No sé porqué pero me suena haberles oído hablar hace un año de un evidente "cambio generacional". Con este triunfo, el alemán se convierte además en el primer piloto en la historia de la F1 que gana ocho veces (sí, ocho veces) en el mismo circuito.

Mención aparte merece Pedro Martínez de la Rosa. El español dio lo máximo a bordo del McLaren y fue séptimo en parte por una mala salida que permitió al australiano Webber adelantarle. Esto casi arruinó su carrera porque pese a ser mucho más rápido (hasta un segundo por vuelta) no pudo pasarle sino en los boxes a causa de un trazado en el que sólo hay un punto claro de adelantamiento (Adelaida). Ron Dennis puede entonces estar tranquilo. De la Rosa puede ser muy útil para su equipo en el resto de la temporada, si es que no sorprende con un nuevo cambio de piloto para favorecer a Hamilton de la GP2 o el provisional regreso de Montoya. Cualquier de estos dos casos sería injusto ante un piloto que lo ha dado todo para el equipo. Seguro que el próximo GP nos regala una mejor actuación.

Ahora llega Hockenheim, uno de los trazados más atractivos del año antes del horroroso cambio que sufrió en 2002 de mano del omnipresente Hermann Tilke. Ahí el calor también tendrá su protagonismo, a menos que llueva claro. Habrá que ver el viernes previo a la carrera el desempeño de los neumáticos. En caso de funcionar los Bridgestone tan bien como en Francia, Renault tendrá un problema agregado. Pero no es uno de esos circuitos talismán para Schumi. Allí "sólo" ha ganado tres veces (1995, 2002 y 2004) mientras Alonso lo hizo el año pasado por lo que se espera un nuevo duelo entre los dos.

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