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Robert Spencer

Encubriendo al islam

Cuando se señala que la religión de asesinos nominalmente cristianos no aparece en las noticias, y que, por tanto, la religión de Talovic tampoco debería aparecer, se asume que en ambos casos la religión no jugó ningún papel en los crímenes

Una mañana de domingo, un taxista de Nashville llamado Ibrahim Ahmed recogió a dos estudiantes universitarios, Andrew Nelson y Jeremy Invus, en un bar de la ciudad y los llevó al campus de la Universidad de Vanderbilt. Durante el trayecto, los tres tuvieron una discusión, que aparentemente dejó enfurecido a Ahmed: después de que Nelson e Invus pagaran la carrera y abandonaran el taxi, intentó atropellarlos. Nelson esquivó el taxi, pero Ahmed se llevó por delante a Invus, que resultó herido de gravedad.

¿Cuál fue el motivo de su discusión? Las únicas informaciones disponibles en general al público sobre el incidente no son muy específicas. La cadena de televisión de Nashville WSMV informó de "una acalorada discusión religiosa".Newschannel 5, también de Nashville, tuvo poco más que añadir: "La policía afirma que Ibrahim Ahmed persiguió a los estudiantes Jeremy Invus y Andrew Nelson tras una discusión sobre religión". Associated Press lo explicó así: "La policía dice que atropelló a uno de sus pasajeros tras tener una discusión religiosa".

¿Qué tipo de discusión religiosa? ¿Una comparación entre la capacidad relativa de las ramas del budismo Mahāyāna y Theravada de transportar a sus fieles al Nirvana? ¿Una discusión sobre si Marcos 16:18 justifica o no la "manipulación de serpientes"? ¿Un examen del judaísmo ortodoxo y el reformista? No se sabe. Ni WSMV ni Newschannel 5 ni AP dan ningún detalle sobre el motivo de la discusión. Y todo lo que sabemos sobre el propio Ibrahim Ahmed es que conducía un taxi de United y que está acusado de asalto y tentativa de homicidio en primer grado además de hurto, porque resultó que su taxi estaba circulando con una matrícula robada. También se nos dice que tenía condenas previas por "huir de un arresto en un vehículo motorizado" y "conducir con un permiso caducado". Pero no nos dicen nada acerca sobre quién es Ibrahim Ahmed y qué podría haberle llevado a intentar asesinar a dos de sus clientes a causa de una discusión.

Se podría sugerir a los canales de noticias de Nashville, así como a AP, que tanto la religión de Ibrahim Ahmed como la de Andrew Nelson y Jeremy Invus sería relevante en este caso y podría ayudar a los lectores a comprender cómo puede acabar siendo criminal un debate religioso. Después de todo, AP no tuvo reparos en informar de la religión de los autores materiales de otros crímenes en otros casos.

Al mismo tiempo que Ibrahim Ahmed estaba atropellando a Jeremy Invus, un hombre de Chicago presuntamente apuñaló a tres mujeres –una mujer, su madre y su hermanastra– hasta matarlas e intentó suicidarse después. AP no comunicó el nombre del sospechoso, pero sí que, según un vecino y el ex marido de una de las víctimas, "la familia eran cristianos asirios, un grupo minoritario en Irán, Irak, Turquía y Siria".

¿Tiene la religión un papel en este caso? ¿Asesinó a sus víctimas a causa de algún imperativo que creía derivado de su fe cristiana? Parece improbable: AP también afirma que era "una disputa doméstica", y observa que "la pareja había estado teniendo problemas maritales". El Chicago Tribune añadió que el sospechoso, Daryoush Ebrahami, "se sintió 'ofendido' por las mujeres, que le habían dicho que 'no era un hombre'".

Así que, ¿por qué la religión cristiana de Ebrahami es relevante? El Tribune nos cuenta que recientemente había recibido asilo en Estados Unidos porque al ser cristiano asirio podía sufrir persecución religiosa en Irán. Aunque irrelevante para los crímenes, es un detalle interesante que brilla por su ausencia en el teletipo de AP, que de todos modos menciona el cristianismo de Ebrahami.

Compárese ahora con la información dada inicialmente por Associated Press sobre el tiroteo en el centro comercial de Salt Lake City hace unos meses: "Policía: adolescente dispara al azar a víctimas en centro comercial", por Jennifer Dobner. Todo lo que cuenta de Suleiman Talovic aparte de su nombre es que era "un adolescente con un abrigo largo de cuero" que vivía con su madre.

Cuando se señala que la religión de asesinos nominalmente cristianos no aparece en las noticias, y que, por tanto, la religión de Talovic tampoco debería aparecer, se asume que en ambos casos la religión no jugó ningún papel en los crímenes y que por lo tanto era un detalle irrelevante. Sin embargo, aunque es extraordinariamente improbable que Ebrahami asesinase a sus víctimas en nombre de Jesucristo, o que intentase justificar sus crímenes aludiendo a las enseñanzas de Jesús, cuando menos existe la posibilidad de que Talovic matase en nombre de Alá y justificase sus acciones en el Corán y la sunna, como hacen tantos en todo el mundo hoy en día y, en concreto, algunos yihadistas que actúan en solitario en Estados Unidos, como Mohammad Reza Taheri-azar. Por eso la religión de Talovic merecía una mención, además de que se investigase.

El FBI ha descartado que el terrorismo islámico fuese la causa de los crímenes de Talovic. Sería de esperar que los agentes hubieran prestado la suficiente consideración a la posibilidad, algo que no parece que hicieran en otros casos de cierto parecido con el de Talovic. Pero después de esto, hay quien se ha apresurado a condenarme tanto a mí como a otros comentaristas que hemos expuesto a la opinión pública la resistencia de los medios de comunicación a identificar a Talovic como musulmán y explorar la posibilidad de que sus crímenes estuvieran vinculados con la yihad.

Esta crítica estaba fuera de lugar, puesto que es renuencia es real pero no se aplica a todas las religiones, como demuestran los casos de Ahmed y Ebrahami. Ibrahim Ahmed probablemente sea, por supuesto, musulmán, y su ira criminal podría haberse visto reforzada por la creencia del islam de que aquellos que lo insultan renuncian a su derecho a vivir. El rechazo de Associated Press a considerar siquiera esa posibilidad, y su inconsistencia al hacerlo, está bastante clara.

Todo esto merece aún más atención a la luz de la reciente revelación de que Alí Abú Kamal, que mató a una persona e hirió a otras seis en el Empire State en 1997 "quería castigar a Estados Unidos por apoyar a Israel", según el New York Daily News. La explicación que ha prevalecido durante diez años es que Abú Kamal estaba resentido tras perder una gran suma de dinero, pero la hija del asesino ha dicho ahora que los políticos palestinos se inventaron esa excusa con el fin de "no perjudicar el acuerdo de paz con Israel". Añadió que intentó dar a conocer el motivo real, pero que nadie se interesó por él: "Cuando quisimos aclarar eso a los medios, nadie nos escuchó".

Los medios deberían empezar a escuchar y dejar de encubrir detalles que pueden ser importantes para los casos sobre los que informan. Aunque ni Suleiman Talovic ni Ibrahim Ahmed fueran yihadistas, la difusión selectiva de los hechos podría acabar maquillando al próximo yihadista.

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