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Agapito Maestre

Verdad y mentira

Caldera habla en posesión del Dogma. Quizá esos expertos sean unas nulidades políticas. Quizá esos expertos no sean necesarios para España, porque aquí los hay mejores, incluso en el PSOE. Quizás esos expertos prestan su nombre por dinero.

Dos noticias relevantes nos ha traído el 13 de noviembre. Una es rigurosamente verdad, mientras que la otra está dirigida a crear eso que los politólogos llaman climas artificiales en la arena electoral. La primera se refiere a la vida de una pareja que, precisamente por ser pareja, o sea, por ser una pareja que forma parte de la Casa Real, tienen tareas de representación política. Es menester, pues, que los ciudadanos estén informados de la vida de esa pareja, porque pudiera tener repercusiones en las tareas que las leyes españolas le tienen asignadas. La Casa Real, sabedora de sus obligaciones, nos informa para que los ciudadanos estemos al día de que la representación política de esa pareja, por pequeña que nos pueda parecer, se verá modificada a partir de ahora.

Elegancia, concisión y claridad refleja el comunicado de la Casa Real sobre los Duques de Lugo. Quien lo lea sabe a qué atenerse; somos conscientes de qué es exactamente lo transmitido, es decir, allí está contenido todo lo que hay que saber. Más aún, después de leer este comunicado, nos parecerá absolutamente innecesaria la aclaración de la Casa Real acerca de que nadie espere nuevos comunicados sobre el particular. He ahí el ejemplo de una verdad incontrovertible: "Los Duques de Lugo han decidido el cese temporal de su convivencia conyugal." Magnífico texto. Hay verdad. Punto.

Contrasta esa noticia, esa comunicación llena de veracidad, con la creación de climas artificiales, es decir, mentiras, en períodos preelectorales. Como ejemplo tenemos la información trasladada por el ministro de Trabajo, Caldera, sobre los 14 asesores internacionales que ha contratado el PSOE para elaborar su programa. Nunca se había dado tanta oportunidad a la mentira con menos palabras. Caldera nos da un cúmulo de informaciones repletas de guiños, trampas y, sobre todo, ambigüedades controladas. Medias verdades, o sea, mentiras, diría un castizo. Todo es oscuro. Casi tétrico. Primero, leemos que son primeros fichajes mundiales para elaborar el programa; después, se nos dice que colaborarán con el Gobierno en la próxima legislatura, naturalmente, si el PSOE gana las elecciones.

En fin, todo sobre los 14 nombres citado es discutible, aunque el PSOE lo presente como indiscutible. Caldera habla en posesión del Dogma. Quizá esos expertos sean unas nulidades políticas. Quizá esos expertos no sean necesarios para España, porque aquí los hay mejores, incluso en el PSOE. Quizás esos expertos prestan su nombre por dinero. Quizás... Quizás ni sean expertos. Quizá sólo sean "intelectuales progresistas". ¿Qué cosa sea un intelectual progresista? Excepto una contradicción en los términos, cualquier cosa es un "intelectual progresista". Nada. O, mejor dicho, un experto en hacer pasar las verdades por mentiras.

Eso es, exactamente, el programa socialista un cúmulo de mentiras, de mentiras políticas, para ganar las elecciones. A eso se llama "climas artificiales" para ganar elecciones. Nadie se ría del asunto, menos el PP con chistecitos baratos sobre Blanco y su inteligencia, porque de esos "climas artificiales", de esa mentira política, dependen las elecciones de marzo.

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