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José Antonio Martínez-Abarca

La rorrocracia

Lo de Leire Pajín demuestra que para las clases dirigentes el problema de este país se soluciona solo. No hace falta nadie en la cúpula que despida más temperatura intelectual que un marmolillo.

El gobierno o la tiranía de los más jóvenes, la efebocracia de los eternos adolescentes, ha sido sustituida para esta nueva legislatura por el gobierno o la tiranía de los bebés de tres meses y medio. Nadie va a notar la diferencia: los impúberes por los rorros. Nos ha quitado la palabra de la boca el extremeño Rodríguez Ibarra, a quien al decir eso se le puso más cara de viejo náufrago que nunca, casi lamiendo ya las orillas crepusculares del Monasterio de Yuste con el mal de la gota y todo.

El nombramiento de Leire Pajín, virginal nombre para un ni mucho menos tan virginal pero considerablemente más satisfactorio primer apellido, como segunda de a bordo en el partido socialista (que con esta democracia de baja intensidad es como decir segunda de todo en todas partes, partido, Gobierno, Estado) es la confirmación de lo que decía el general Francisco Franco: hay dos clases de problemas, los que se solucionan solos y los que no tienen solución. Lo de Leire Pajín demuestra que para las clases dirigentes el problema de este país se soluciona solo. No hace falta nadie en la cúpula que despida más temperatura intelectual que un marmolillo. O nuestro problema se soluciona solo o bien no tiene solución, qué más dará.

Con Pajín, Rodríguez Zapatero ha reeditado el chiste de la casa de citas, y no establezcan concomitancias ningunas salvo en la moraleja del chiste. Esto es un señor que llega a ver a la "madame" y le pide el servicio habitual, pero con la condición de que la señorita que le envíen debe ser realmente joven. "No se preocupe, señor, tenemos lo que usted busca. ¡Fulanita, baja!". Y responde decepcionado el otro: "ah, pero, ¿es que ya anda?".

La mujer que debe poner muy alto el listón de la dignidad de su sexo y la capacitación profesional de género en la Nueva España Transformada (sector reconstituido) debe tener como único requisito no el de ser mujer, no el de ser monina, no el tener la misma risa con separación entre paletas del engastador de joyas Felipe González, no el no haber hecho nada meritorio en la vida salvo viajar a los países del Tercer Mundo más de moda en aviones oficiales sólo para ella con la coartada de unas eternas vacaciones solidarias, sino el de ser realmente joven, más de espíritu aún que somáticamente. Lo que hace falta es que sea extremadamente joven. Pero, ¿ya anda Leire Pajín? Volar, hemos dicho que vuela, y cómo. Aunque a los tres meses y medio lo que se empieza es a gatear.

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