Jaime Jiménez relata que "el pasado 24 de enero asistí a una conferencia de prensa de doña Emma Villacieros, presidenta de la Real Federación Española de Golf. Preguntada sobre la próxima organización de un campeonato, la presidenta contestó que esperaba que se organizara como estaba previsto aunque siempre hay que tener en cuenta los imponderantes". Es claro que la señora creó un nuevo término mezclando "imponderables" con "condicionantes". También se puede decir "insonrible" (= insoportable + horrible). Mientras sea como broma, puede pasar.
Gustavo Laterza Rivarola aporta un estupendo trabucamiento: el de la diputada que dijo de un contrincante que "andaba buscando la quinta pata al gallo". Otro diputado acusó a alguien de rascarse las vestiduras". Por cierto, se me ocurre que la voz "vestiduras" solo se emplea en español para rasgárselas en el caso de que proceda. Supongo que el rito proviene del Antiguo Testamento.
Dani Daniel recoge un aviso radiofónico en el que se dice que las donaciones de sangre no deben hacerse por dinero, como en los Estados Unidos, sino por alturismo. La verdad es que suena mejor que "altruismo", de alter (= el prójimo).
María Flora Herreros (Madrid) aporta nuevos trabucamientos de su hijo de seis años:
- Me gusta el melocotón en arníbal (= almíbar).
- Se cierra con breicol (= velcro).
- Muchos animales están en peligro de extracción (= extinción).
Miguel Á. Taboada me remite un divertido florilegio de frases célebres pronunciadas por los políticos paraguayos de diversas épocas. Entresaco una muestra:
- Perón quemó Roma
- Para analizar este problema tenemos que constituir una comisión hot dog.
- Dentro del Partido Colorado cada uno tiene su talón de Ulises.
- A la oposición nada le gusta, nada le conforma. Los opositores son como el perro de don Ortellado: no comen ni dejan comer.
- Y como dijo Martin Fierro: "ladran, Sancho, luego cabalgamos".
- Yo no torturaba a los presos, solo les pegaba con el sable.
- Y el general Rodríguez, que en paz descanse, lo sabe.
- No, no tenemos por qué rasurarnos las vestiduras.
- Y para que todo llegue a su feliz culmino.
- El acto no está prohibido. Lo que pasa es que la entrada está prohibida no más.
- No hay dudas de que hay gato incendiado.
- El tribunal no le hizo caso omiso a las pruebas presentadas.
- El sujeto se lavó las manos como Pitágoras.
- Lo cortés no quita lo bailado.
- El presidente norteamericano Clin Binton.
- Nos levantamos de las cenizas como el gato Féxis.
- La oposición se encuentra entre la capa y la espada.
- Es difícil negociar con los directivos del banco; son ellos los que tienen la sartén en la manga.
Hago gracia de las palabras que deben sustituir a las erróneas en todas esas frases hechas; son fácilmente imaginables. Ese contraste entre lo esperado y lo oído es lo que precipita lo que llamamos aquí "trabucazo" (que es ya un trabucamiento más). El resultado es el humor.

