El presidente de China, durante su discurso ante el Congreso peruano el 20 de noviembre, prometió una amplia y mutuamente beneficiosa relación con América Latina. Hu Jintao estaba en Lima para participar en la Cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC). Hu no volvía a América del Sur desde su triunfante viaje a Brasil y Argentina en 2004, cuando acudió acompañado por cientos de empresarios y funcionarios de su Gobierno. Pero en este viaje la comparsa fue aún mayor, confirmando que hasta en tiempos de crisis, China quiere tener un papel más activo en el hemisferio. Hu también estuvo en Costa Rica, país que el año pasado trasladó su sede diplomática de Taiwán a Pekín.
A China le interesa importar materias primas, petróleo y alimentos de esta región y exportar productos manufacturados. A su vez, los países latinoamericanos también quieren exportar más a China y así depender menos de Estados Unidos.
Las diferencias culturales son problemáticas, pero Hu prometió mejorar el diálogo y la cooperación en asuntos económicos. El surgimiento de gobiernos populistas, como el de Hugo Chávez, suponen problemas y también oportunidades para Pekín porque su Gobierno sabe que fracasarán. China ha prometido comprar petróleo a Venezuela, pero no apoya al maoísta Chávez en su constante enfrentamiento con Washington. De hecho, Hu alabó a Bush en Lima por su esfuerzo de mejorar las relaciones con Pekín.
El intercambio comercial entre China y América Latina se ha multiplicado por diez veces en los últimos diez años, hasta alcanzando los 102.000 millones de dólares en 2007. Es más, durante los primeros nueve meses de este año ya ha aumentado otro 52%. El primer tratado comercial chino fue con Chile, país que le vende más productos que Estados Unidos. En esta visita, Hu aprovechó para firmar otro tratado comercial con Perú.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayor parte de las inversiones chinas en la región se han producido a paraísos fiscales en el Caribe porque al fin y al cabo, como lo ha recordado Osvaldo Rosales, un importante funcionario comercial de la ONU, América Latina todavía no ofrece proyectos viables de inversión.