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Víctor Llano

No van a ganar siempre

Castro acusa a Carlos Alberto Montaner de estar detrás de los sucesos que ya no controla en Honduras. A pesar de que le consta que nadie le comprará su penúltima trola, no desperdició la oportunidad de calumniar al liberal que mejor denuncia sus crímenes.

Según Fidel Castro, "no sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y sólo conducen a un irreparable desgaste". Ya no le gusta la actitud de Zelaya. Todo su esfuerzo puede quedar en nada. El coma-andante teme que no le sirvan los centenares de cubanos que envió a Honduras y que la tiranía califica de colaboradores cuando no son más que víctimas que por hambre y por miedo no pudieron negarse a servirle.

No por gusto su verdugo es el más sanguinario de los terroristas vivos. Siempre prefirió un baño de sangre antes que la negociación y el acuerdo. Jamás encontró mejor medicina que el sufrimiento ajeno y la venta de alguna patraña. Ahora acusa a Carlos Alberto Montaner de estar detrás de los sucesos que ya no controla en Honduras. A pesar de que le consta que nadie –salvo algún liberticida español– le comprará su penúltima trola, no desperdició la oportunidad de calumniar al liberal que más y mejor denuncia sus crímenes en Iberoamérica.

Al que no citará la tiranía es al Instituto Internacional de Prensa que denuncia que en Isla Cárcel son torturados 22 periodistas independientes. La represión, el odio, el hambre y los apagones que los Castro quieren multiplicar en Honduras y allá donde les dejen.

Con quien ya no podrán contar para reproducir su barbarie es conConrado Hernández. Lo quemaron en la operación que sirvió para defenestrar a Lage y a Roque. Según el diarioEl País, no se sabe nada de Hernández desde 14 de febrero, cuando horas después de almorzar con el agregado de Interior de la Embajada española en La Habana intentó volar a Bilbao. Y es que algunos no alcanzan a comprender las reglas del juego. En la hacienda de los Castro sólo pueden almorzar los pocos que ellos autoricen. Por lo que parece los hondureños podrán elegir otra forma de vivir. Por muchos y poderosos que seansus amigosno van a ganar siempre los mismos tiranos.

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