Excelente artículo.
Añado que, como todo el mundo sabe, las moléculas de agua del río Ebro son completamente distintas que las moléculas de agua del río Segura, así pues, supondría un atentado ecológico y, posiblemente, un acto de genocidio contra los átomos el mezclar tan diferentes líquidos. O, al menos, esto me contaban a mí hace dos lustros cuando pastaba por el instituto de (falta de) educación secundaria.
Es más, proclamo que Fontibre es una localidad que debe ser anexionada a la futura República Popular Catalana toda vez que un signo de catalanidad y pureza racial como l'ebre le da por nacer ahí, al muy ingrato. Ni montañés ni cántabro ni eusquera ni asturiano: en Fontibre a bailar la sardana, como el GADU y el Estatut mandan. Sardana, ese baile que no tiene nada que ver con la isla de Cerdeña, llamada Sardinia en otras lenguas, famosa por sus cocina fundamentada en ese sabroso pececillo, tan poco chic en boca de un pijoprogre catalán con patillas y gafas de pasta negra envuelto en una bandera “estelada”.
He dicho.
D. Josè, dado que todos quieren ser padres de la criatura, a los sultanes de las taifas hay que obligarles a que se hagan el ADN, para poder asì dilucidar a quien de ellos corresponde el macho. Una vez hecho el analisis hay que comunicarles que, las pruebas no se pueden reprobar, que esto es lo que hay. Miren ud., sultanes, esto da como resultado que, los rios son de donde nacen y, de donde pacen que, eso es indiscutible. Que ninguno de ellos da su brazo o su rio a torcer, soluciòn, se llama al gorila rojo y, verà ud., que pronto. ¡ Expropiese ¡ Y, entonces todos los sultanes seràn si no lo son ya, como el perro del hortelano.