El diario El País ha descubierto que Zapatero es un desastre. Arranca esta semana con un golpe de timón editorial del periódico de cabecera del socialismo español pidiendo, no ya elecciones anticipadas, sino urgentes: "La fecha sugerida por algunos dirigentes socialistas para celebrar elecciones (finales de noviembre) es del todo tardía. Si de verdad Rodríguez Zapatero quiere rendir un último servicio a su país, debe hacerlo abandonando el poder cuanto antes y reconociendo la urgencia de que nuestro Gobierno recupere la credibilidad perdida". El motivo, editorializa el diario, es que con la política de Rodríguez Zapatero, España se va al garete: "Su incapacidad en la gestión, los magros resultados de las reformas apenas incoadas, más el lastre y la impotencia de una legislatura agónica auguran un deterioro imparable al que resulta imprescindible poner fin cuanto antes".
Tiene su gracia que ahora El País haga como que se cae del guindo. Que quienes marcan su línea editorial simulen que han estado ocho años despistados, y no se habían dado cuenta de lo que se estaba cociendo. Es como si hubieran abierto los ojos tras una larga siesta, y se sorprendieran de encontrar España arruinada: "Nos encontramos con un país amenazado de ruina, sin perspectiva, con serios problemas de cohesión social y aun territorial, en el que cunde la desilusión entre los ciudadanos sin distinción de ideologías o de clase social". Tiene su gracia, decía, porque no hace falta ser un lector habitual para saber que El País lleva las dos legislaturas de Zapatero aplaudiendo todas sus políticas económicas, sociales y territoriales, alabando su método y defendiendo sus resultados. Olvidaron incluir en su comentario editorial, pues, algún atisbo de autocrítica.
Esta iluminación repentina del Grupo Prisa, esta súbita exigencia de elecciones anticipadas, me deja con una duda preocupante. O bien no son capaces de relacionar las consecuencias que viven hoy los españoles con las políticas socialistas que han estado años defendiendo, o bien consideran que se la pueden colar a sus lectores. En todo caso, está claro que este volantazo no se debe al arrepentimiento, sino al interés. La delicada situación financiera del Grupo Prisa requiere, para seguir sobreviviendo, buenos apoyos políticos. Con esta cuchillada trapera a Zapatero, El País consolida el de Rubalcaba, político predilecto de la casa. Éste ha decidido que las elecciones serán en noviembre, y así será. Pero también le hace un guiño a Rajoy disparando a su histórico oponente y pidiendo el fin de la legislatura. Al presidente del PP, con este gesto, le allana el camino a La Moncloa. Al candidato socialista le pone la secretaría general del PSOE a tiro. Cada uno a lo suyo.