José Manuel García-Margallo se sabe de memoria Bruselas. Y los debates económicos que están teniendo lugar en el seno de la UE. No en vano es vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos.
Más que ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo va a ser ministro del Asunto Exterior, como se decía del ministro franquista Castiella. Pero esta vez el Asunto Exterior no será Gibraltar sino, precisamente, Europa; y más concretamente el euro y la Eurozona. De ahí que el colega con el que más coordinado estará sea, previsiblemente, no tanto Arias Cañete –otro con un notable conocimiento de la política europea– como Luis de Guindos. Su misión, pues, será trascendental.
García-Margallo es, podría decirse, un tecnócrata, su perfil político es bajo. De ahí que, en principio, no parezca que vaya a darnos muchos titulares en relación con Cuba, Estados Unidos, Israel y el mundo árabo-musulmán. ¿Quién elaborará las líneas maestras que guíen al nuevo Gobierno en estas cuestiones?