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Miguel del Pino

Felicidades, Seprona

España tiene en este cuerpo especial de la Guardia Civil, la primera policía ambiental de Europa.

La reciente celebración de la Fiesta Nacional no nos hace olvidar que el 12 de Octubre, día de la Virgen del Pilar, es también el de la Patrona de La Guardia Civil; así pues, es el momento de felicitar con el mayor entusiasmo a su cuerpo especializado en la protección de la Naturaleza, conocido como "Seprona". Felicidades y sinceras gracias a todos y cada uno de estos agentes ambientales, así como a sus mandos.

Un cuerpo de "Superagentes"

Cuando el 13 de Marzo de 1986 la Guardia Civil recibe el mandato de velar por el cumplimiento de ese derecho constitucional de disfrutar de un medio ambiente sano y agradable que nos protege a todos los españoles de daños y agresiones a la Naturaleza, nace el Seprona; con el consenso politico general, pero con una serie de importantes dificultades que vencer. Se trataba de formar, en plazo muy breve, un contingente de agentes altamente especializados que debían reunir excepcionales cualidades y conocimientos. El objetivo se consiguió de forma increíblemente rápida.

Organizados en patrullas, siguiendo la tradición en este sentido del cuerpo de la Guardia Civil, los agentes del Seprona abarcan tareas tan importantes y diversas como: evitar agresiones de todo tipo al medio ambiente, proteger los bienes del Patrimonio Natural español, velar por el correcto aprovechamiento de los recursos cinegéticos y piscícolas, evitar la contaminación de las aguas denunciando los vertidos ilegales, luchar contra el comercio ilegal de especies protegidas vigilando fronteras, aduanas y establecimientos comerciales, sin olvidar otras funciones tan importantes como la vigilancia y lucha contra los incendios forestales o la vigilancia de nuestros Parques Nacionales.

Vigilantes de la Ley y expertos en Legislación

Más de 2.000 Leyes deben conocer los agentes del Seprona, como base para muchas de sus actuaciones, que no sólo requieren formación policial y militar, sino también amplios conocimientos legislativos que, por otra parte, deben actualizar de manera constante, también manejan al dedillo la identificación de las especies protegidas que deben cuidar; en definitiva estamos hablando de un cuerpo de alta especialización que realiza tareas de dificultad extrema: un agente del Seprona tiene bastante de militar, un punto de abogado y un baño final de naturalista.

Impecable trayectoria

Unanimidad absoluta en el mundo de las asociaciones naturalistas: la labor del Seprona es elogiada por todos, salvo por los maleantes, evidentemente. Cazadores, pescadores industriales, comerciantes, nadie critica la limpia trayectoria de este cuerpo que se constituye en eficaz ayudante de todo el que se encuentre en apuros en plena naturaleza.

El Seprona cuenta con destacamentos de caballería que muchas veces llegan donde no lo hacen los medios motorizados, como sucede en la detección de focos susceptibles de convertirse en incendios forestales. Son necesarios caballitos de no demasiada alzada, ágiles y resistentes, verdaderos "todoterreno", equinos perfectamente identificados con sus jinetes. Es frecuente que se asocie a la Guardia Civil con motocicletas o vehículos 4 por 4, pero no debemos considerar secundaria esta especializada función de caballería no ya ligera, sino verdaderamente alada, cuando lo requieren las circunstancias.

Premios Panda de oro

La prestigiosa organización WWF España, antes conocida como Adena, con motivo de su cincuentenario, cumplido el año 2011, creó una edición especial de sus Premios Panda, que premian cada varios años a personas e instituciones que luchan a favor de la Naturaleza. Dentro de sus apartados se adjudicó un Premio especial al Seprona, un Panda de Oro que el general asistente al brillante acto de entrega, declinó recoger en persona, traspasando tal honor a los agentes que también asistían al evento. Este Panda de Oro, concedido específicamente a los agentes del Seprona supuso un verdadero espaldarazo por parte del mundo naturalista.

Las patitas del jilguero

Después de resaltar algunas funciones del Seprona tan importantes como la regulación a pie de campo de la actuación de cazadores y pescadores, o la detección de focos iniciales de incencios forestales, recabamos atención sobre la complejidad de algunas actuaciones, como la determinación, en una inspección rutinaria a una pajarería, de animales procedentes de la actividad comercial ilegal. ¿Serían capaces, muchos amantes de la fauna, de distinguir si un jilguero expuesto a la venta en una pajarería ha sido cazado ilegalmente y se encuentra habituado a la domesticidad? En la mayor parte de los casos, los agentes del Seprona detectan prefectamente el origen de un ejemplar enjaulado tan sólo observando el estado y la pigmentación de las patas del ave. Realmente no resulta sencillo llegar a ser agente del Seprona.

Seprona y el "oro verde"

El tráfico de especies protegidas o de sus restos, incluido el marfil y toda su artesanía derivada, tenía en España un punto de privilegio que ha sido parcialmente desmantelado desde que el Seprona se hizo cargo de su control y vigilancia. Nuestros aeropuertos y puertos marítimos se veían desbordados para evitar la entrada en nuestro país o el paso por nuestro territorio, de las más insospechadas criaturas que en ocasiones eran liberadas o se escapaban de las instalaciones, dando lugar a esas indeseables introducciones de especies no autóctonas. No hablamos sólo de las famosas cotorras o de los adaptables mapaches, sino de crías de gorila, felinos y sus pieles, y un larguísimo etcétera. Este problema no ha desaparecido, pero sí se ha minimizado, ya podemos suponer que gracias al Seprona.

Una larga tarea por delante

Aún queda mucho por hacer para evitar la degradación de nuestra privilegiada naturaleza ibérica. Contar con la primera policía ambiental de Europa, en antigüedad y en eficacia, es toda una esperanza y un honor. Nuestra felicitación y nuestro agradecimiento al Seprona, que es el de todos los españoles que, por una u otra razón, sea cinegética o simplemente admirativa, queremos gozar del derecho constitucional de conservar nuestra naturaleza.

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