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Dr. F. Javier Abad Santos

Legionella y legionelosis

Los sistemas urbanos más identificados como fuentes de infección por Legionella son por tanto aquellos en los que discurre o se almacena agua

La legionelosis es un conjunto de enfermedades producidas por la bacteria Legionella, que en humanos puede presentarse de dos formas clínicas bien diferentes: La "enfermedad del legionario", que se caracteriza por cursar con neumonía acompañada de fiebre alta; y la "fiebre de Pontiac", que es la forma que no presenta afectación pulmonar y presenta una sintomatología similar a la gripe.

Esta bacteria debe su nombre a sus primeras víctimas declaradas, pues fue en el verano de 1976, durante una convención de la Legión Americana en el hotel Belvedere Stratford de Filadelfia, cuando se confirmó el primer brote epidémico. Participaban en el congreso unas cuatro mil personas, de las cuales, más de doscientas resultaron infectadas por esta bacteria, que causó la muerte a cerca de cincuenta asistentes. No obstante, una vez identificado el germen y descrita la patología, estudios posteriores han puesto de manifiesto algún otro brote de neumonía anterior provocado por esta misma bacteria.

La Legionella es una bacteria cuyo medio natural son las aguas superficiales de lagos, estanques y ríos, desde los cuales es capaz de alcanzar los sistemas de distribución de agua de consumo de las zonas urbanas, pudiendo afectar a las redes de agua fría y caliente, ya que puede sobrevivir en un rango de temperaturas de entre 20 y 60 grados centígrados. De las diferentes especies de Legionella, es la Legionella pneumophila, la que presenta mayor incidencia de patología en humanos.

Los sistemas urbanos más comúnmente identificados como fuentes de infección por Legionella son por tanto aquellos en los que discurre o se almacena agua, como son las instalaciones de refrigeración basadas en el enfriamiento por transferencia de agua en corriente de aire, es decir, torres de refrigeración y condensadores evaporativos que se utilizan con fines de climatización de edificios (que no debemos confundir con los sistemas de aire acondicionado doméstico de tipo "split"). Otras instalaciones como humidificadores, bañeras de hidromasaje, jacuzzis y spas, son también capaces de dispersar agua en forma de aerosol en el aire y, aunque de menor riesgo, se consideran también críticos los sistemas de riego por aspersión, fuentes ornamentales, sistemas de agua contra incendios, equipos de terapia respiratoria y elementos de refrigeración por aerosolización al aire libre.

De esta forma, la ruta de entrada de esta bacteria en el organismo es por inhalación de pequeñas gotas de agua que se encuentran suspendidas en el aire, alcanzando el aparato respiratorio y pudiendo dar lugar a posibles infecciones por Legionella, si bien, el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido en ambientes con polvo, y presenta una mayor incidencia en personas mayores de cincuenta años, en pacientes diabéticos y en fumadores.

Comoquiera que la temperatura ideal para el desarrollo y multiplicación de esta bacteria es de 37 grados centígrados, es en las fechas próximas al inicio del verano cuando se han de llevar a cabo los procesos de revisión, mantenimiento, limpieza y desinfección de las instalaciones descritas, ya que además, muchas de ellas son de funcionamiento estacional.

Por ello, y de acuerdo con la normativa española dirigida a adoptar las medidas higiénico-sanitarias para la prevención y control de la legionelosis en las instalaciones críticas, durante estas últimas semanas se llevan a cabo de forma intensiva las inspecciones sanitarias con especial atención a la puesta en marcha de las torres de refrigeración y condensadores evaporativos, con motivo del comienzo de la temporada estival.

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