Veamos algunos de los últimos informes sobre la lucha contra el ISIS. Las noticias son absolutamente desalentadoras.
— El ISIS se expande por Libia, donde ha expulsado de Misrata a una milicia rival.
— En Siria, uno de los líderes del Ejército Libre Sirio, cuyos 1.000 integrantes han sido elegidos para un programa norteamericano de adiestramiento para combatir al ISIS, ha amenazado con abandonar el referido programa. "La cuestión: el Gobierno norteamericano exige que los rebeldes no usen sus nuevas destrezas en el campo de batalla ni el armamento procurado por EEUU contra el Ejército de Bashar al Asad o cualquiera de sus múltiples aliados y satélites, entre los que se cuentan milicias proiraníes como la libanesa Hezbolá. Solamente deben luchar contra el Estado Islámico, insiste Washington". Según apunta Michael Weiss en The Daily Beast, esto " no sólo significaría la pérdida de unos cuantos combatientes para el Ejército anti ISIS que trata de ensamblar EEUU. Podría incluso suponer el colapso del propio programa, uno de los pilares del plan de la Administración Obama para luchar contra el ISIS en Siria".
— "En los primeros cuatro meses de 2015, cerca del 75 por ciento de los bombarderos que tenían como objetivo posiciones del ISIS en Irak y Siria volvieron a sus bases sin haber arrojado sus bombas, principalmente por falta de inteligencia sobre el terreno, lo que suscita interrogantes sobre la táctica del presidente Obama para hacer retroceder a un enemigo que continúa expandiendo su territorio en zona de guerra". La incorporación de controladores aéreos avanzados a las unidades iraquíes podría proporcionar mejor información sobre los objetivos, pero la Casa Blanca lo prohíbe.
— Hadi al Ameri, jefe de la Organización Badr, la mayor milicia iraní en Irak, dice: "Las fuerzas iraquíes no intentarán rescatar de manera inmediata la ciudad de Ramadi". Y presume de su influencia: "Enviamos los puntos clave de la operación al primer ministro, y está de acuerdo". "El primer ministro es un civil. No es su cometido elaborar planes".
— "El portavoz del Parlamento iraquí, Salim al Yaburi, ha admitido que el Gobierno no tiene total control sobre la denominada Fuerza de Movilización Popular, milicia predominantemente chií".
Estas informaciones, que he reunido al azar, sugieren la quiebra total de la estrategia de EEUU contra el ISIS en Siria e Irak, por no hablar de en países como Libia. En Siria no hay una fuerza de tierra capaz de enfrentarse al ISIS, y en Irak las únicas son de obediencia iraní, como la comandada por Hadi al Ameri. Desafortunadamente, las milicias chiíes no pueden retener zonas predominantemente suníes sin provocar contraofensivas letales.
En vista de todo esto, el consejo editorial del New York Times tiene algo sensato que decir. Aunque los editorialistas del Times se equivocan al desestimar la posibilidad de fortalecer la presencia militar norteamericana en Irak, aciertan al decir que los norteamericanos "deberían considerar el hecho de trabajar de manera más directa con las tribus suníes si Bagdad continúa negándose" a armar a los suníes.
Pero, ay, no tiene sentido pensar que la Casa Blanca de Obama vaya a considerar seriamente este u otros pasos que podrían representar una modificación significativa de sus fracasadas políticas en la lucha contra el ISIS.