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Antonio Robles

El prototipo

Si quieren saber de qué males puede morir España, sigan muy de cerca la construcción/deconstrucción de Podemos.

Si quieren saber de qué males puede morir España, sigan muy de cerca la construcción/deconstrucción de Podemos. Es como un prototipo de los avatares por los que está condenada a transitar España.

Podemos es un partido tan gaseoso, que a medio construir se deconstruye. Ahora resulta que no es un partido nacional, sino una marea de mareas, un conglomerado, el reflejo de las peores intenciones que tienen algunas autonomías con ínfulas de Estado. El galimatías en que se están metiendo, dispersando, confluyendo, enfrentándose es de tal calibre que la confederación les va a venir pequeña. De hecho, en Galicia no quieren la marca ni para acompañar a En Marea en las elecciones, en Valencia ni para confluir, el País Vasco tendrá su propia dinámica y Colau no quiere ni el estribillo de Sí podem para amenizar los escraches de sus amigos antisistema. Y, para no ser menos, Andalucía también quiere ser nación histórica, con su soberanía y sus embajadas en Madrid y en Lugo. ¡Qué menos!

Será digna de estudio la pájara que ha sufrido la sociedad española en estos tiempos de crisis. De la irrupción fulgurante, Podemos está en proceso de deconstrucción creyendo que está construyendo algo. Son las ventajas de creer en el lenguaje, es limpio, no mancha y nos permite ser pedantes: plurinacionalidad. ¿Qué importa que el palabro sea una contradicción en sí misma? Mola lo suyo y enreda más.

Entre tanta confederación, nación de naciones y soberanías compartidas, bilaterales y mixtas solo tienen tiempo para acompañar a los antisistema de la CUP a escrachar y amenazar a la sociedad civil en la Universidad Autónoma de Barcelona. A este paso dejarán a los Guerrilleros de Cristo Rey de los años setenta como hermanitas de la caridad.

Lo que tiene más gracia de todo es que unos tipos con pasamontañas medievales y maneras fascistas acorralen, insulten y agredan al grito de"Fora feixistes de la universitat!". Los acosados ayer fueron los asistentes a un cinefórum de SCC en la UAB. No han sido los únicos ni serán los últimos. Antes lo han sufrido Francesc de Carreras, Victoria Camps, Tolerancia, Aznar, Felipe González, Rosa Díaz… Y el otro día un grupo de la CUP acosó y lanzó botes de pintura contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Manresa en apoyo a los detenidos por negarse a declarar ante el juez por la quema de fotos del rey. La escalada sigue, ahora guillotinándolo de mentirijilla.

Alguien debería pararse a reflexionar un momento por qué pasa esto y por qué en la universidad. ¡En la universidad! La catedral del conocimiento y la tolerancia. Y, una vez hecho, hay que preguntarse por qué los decanos y los rectores de las universidades no ponen el grito en el cielo.

Lo grave no es lo que pasa, sino el silencio de los responsables donde pasa.

En España

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