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Enrique Navarro

Aznar ¡sin vergüenza!

Si no fuera porque contribuyo a pagarles el sueldo me parecería hasta gracioso, pero convertir el Congreso en el plató de la Tuerka es un insulto.

Si no fuera porque contribuyo a pagarles el sueldo me parecería hasta gracioso, pero convertir el Congreso en el plató de la Tuerka es un insulto.
Aznar, durante su paso por la comisión del Congreso. | EFE

La libertad de expresión es algo realmente grandioso, especialmente en sede parlamentaria, cuando el insulto se transforma en aguijón o zasca y la mentira en interpretación interesada. Qué grande escuchar al representante Rufián llamar sinvergüenza al expresidente elegido por todos los españoles, al representante de Bildu hablar de sobres o a Pablo Iglesias mencionar el patetismo y la vergüenza que siente de que los gilipollas de los españoles votaran a Aznar con mayoría absoluta y no a él.

Si no fuera porque contribuyo a pagarles el sueldo me parecería hasta gracioso, pero convertir el Congreso de los Diputados, la cámara de la democracia y la libertad, en el plató de la Tuerka es un insulto a todos los españoles que esperamos de los políticos que cuiden de nuestros intereses y preocupaciones. Interesante reflexión que el contrayente Agag fuera a su boda; pero ¡hombre!, por lo menos estúdiense previamente el sumario y las investigaciones, digo yo. Primera lección gratis de LD para la oposición: cuando vayas a torear a las Ventas, estudia bien la ganadería, porque el fracaso es posible y demasiado sonoro; pero no os preocupéis: para cada torero hay una plaza.

La comparecencia de Aznar en la comisión Bárcenas era algo demasiado goloso para muchos, sin realmente darse cuenta del personaje al que pensaban derribar, que tendrá muchos defectos como todos, pero que no peca de incoherencia y así es casi imbatible por los que sólo buscan el titular o exaltar a sus fervientes mareas.

Todos acudieron a torear un Miura apenas habiendo dado unos pases previos a unas vaquillas y, claro, acabaron pidiendo que se lo llevaran a toriles rápidamente para minimizar los daños. Una vez más querían hacerle un juicio político a la derecha para eliminarla del mapa político, pero eligieron mal el contrincante. Claro no estaban acostumbrados, Rajoy olvidó sus orígenes para no tener que afrontar este juicio.

Además, se lo pusieron muy fácil; ni Pablo Iglesias es Julio Anguita, ni Pedro Sánchez es Alfonso Guerra, ni Rufián es Pilar Rahola, ni Campuzano Miquel Roca, ni Aitor es Anasagasti, por bien que me caiga el tipo. El día que se enteren en ERC que tienen quizás a uno de los mejores parlamentarios, insoportable pero brillante, mandarán a Rufián a un programa de monólogos de la comedia. Con estos mimbres era inevitable que las vergüenzas salieran a la luz el primer rifirrafe.

La intervención de Simancas, al que parece que todos le tienen manía en el partido socialista porque siempre le dejan los marrones, fue pobre, pero mantuvo una cortesía propia del partido que representa y de la cámara en la que presta sus servicios. Cuando pudo venirse arriba con la referencia al tamayazo, se nos hundió.

Pero sin duda los platos fuertes, como no podía ser de otra manera, fueron los partidos que viven del espectáculo de la política, intentando acojonar a alguien que salió del coche andando con su chaqueta puesta después de que ETA intentara asesinarle con una bomba; esa ETA tan admirada por algunos de los que pretendían un nuevo atentado político con Aznar, en la esperanza de que éste sí les saldría bien, ¿pero es que no aprenden?

Por primera vez le ponen al diablo enfrente a Pablo Iglesia y titubea, alega no haber hecho los deberes y busca soltar su parrafada para alertar a sus seguidores en redes sociales de que sigue vivo, cuando cada día está mas desaparecido.

El debate con Rufián, el representante del partido mayoritario en Cataluña según todas las encuestas, me pareció que estaba en su línea, no podíamos esperar otra cosa; si los catalanes quieren tener un showman por líder político en el Congreso de Madrid que no esperen nada más que poses de escasa credibilidad, y los catalanes mientras tanto pagando a sus parlamentarios sus vacaciones eternas, todo para dar satisfacción al prófugo que cada vez se parece más a Johnny English.

El batasuno no creo que estuviera muy preocupado en los sobres de Aznar, bastantes tuvieron que enviar los suyos reclamando el impuesto revolucionario o advirtiendo de sus atentados o del asesinato de sus secuestrados, pero incluso siendo difícil enfrentarse a Aznar conociendo el pasado, mantuvo unas formas más que aceptables.

Pero debemos quedarnos con lo positivo; los antiguos terroristas ahora hablan de corrupción y sobres; los golpistas que pretenden independizarse vienen a trabajar a nuestras instituciones y a ganarse su sueldo con el sudor de su frente. El regreso de Aznar al Congreso nos ha devuelto la fe en la democracia representativa y muestra el convencimiento de que todos estos anticapitalistas, independentistas y filo terroristas, no se van a ir nunca de las Instituciones, ya le están cogiendo el gustillo a esto de ser español en una democracia parlamentaria y ahora no saben cómo explicarlo.

El único que parece que no se entera de esta nueva dinámica es el presidente que dirige nuestros destinos con artefactos pirotécnicos que al final disparan pólvora mojada. Con este gobierno el PSOE va de susto en susto hacia la derrota, y es una pena porque España necesita un partido socialista fuerte que defienda la Constitución y no que juegue con ella, que anteponga España a los intereses particulares, que no admita el diálogo con los que sólo quieren acabar con nuestra democracia y que se centre en aquello para lo que le votaron sus cada vez más exiguos votantes: regenerar, fortalecer el estado de bienestar y avanzar en la igualdad. ¿Quiere hacer cosas de verdad para regenerar? Ley electoral. ¿Quiere hacer algo por el estado de bienestar? Ahí tiene a los pensionistas que esperan decisiones y los niños que aspiran a que el gobierno les facilite los libros de texto, la merienda y los desayunos. ¿Quiere hacer algo por la igualdad? Escolaridad gratuita de 0 a 3 años. ¿No me diga que ni para esto es capaz de armar una mayoría?

Más le valdría echar al pirotécnico mayor de Moncloa, Iván el Terrible, y asesorarse por los que saben de política y de gobernar; tiene buenos jugadores en su partido, aunque como director de recursos humanos el presidente no parece muy acertado. Su obcecación por convertir el gobierno en su cortijo personal sería una buena idea si tuviera los mínimos elementos para parecer un estadista y no un titiritero que no sabe qué va a hacer mañana, con qué nuevo anuncio nos va a sorprender y que echa la culpa a su partido, supongo que a lo que él llamaba el aparato, de tener que gobernar sólo con 84 diputados, como si él no hubiera sido el candidato, olvidando que está gobernando el líder del PSOE con el peor resultado de la historia.

España está tranquila, sus enemigos son incapaces, inútiles y les pierde el momento de gloria. Mientras Rufián, Torra, Puigdemont, Iglesias y Colau sigan, los españoles estamos tranquilos; tantas figuras apenas nos generan un poco de acidez de estómago. Pero me temo que algunos van a necesitar doble dosis de Almax. ¿En qué hora se les ocurrió llamar a Aznar?, ganaron un titular, un momento de gloria, y una cagalera que va a requerir días de tratamiento. Agüita y arroz blanco.

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