Me siento muy mujer esta mañana.
Me noto claramente femenina.
La cosa femenil se me aglutina
y el punto mujeril se me encampana.
Mujer porque me ha dado a mí la gana
de serlo así, sin más. Mujer genuina,
legítima, real, superdivina,
auténtica, verídica y lesbiana.
Mujer porque el Coletas, tipo serio,
le ha regalado a Irene un ministerio
para que se entretenga y se cobije.
Mujer porque me gusta y me conviene.
Y aunque poseo dídimos y pene,
no importa, porque el género se elige.