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Cayetano González

ETA y el poder

ETA encarna un proyecto político totalitario, que ha utilizado durante mas de cincuenta años la violencia para conseguir sus objetivos.

ETA encarna un proyecto político totalitario, que ha utilizado durante mas de cincuenta años la violencia para conseguir sus objetivos.
EFE

Con la presencia de 44 excolaboradore de ETA —siete de ellos condenados por delitos de terrorismo— en las listas de Bildu a las elecciones municipales en el País Vasco y Navarra, la banda terrorista ha querido dejar bien claro quién manda aquí: ha desafiado Sánchez que, por supuesto, no romperá con Bildu, por la sencilla razón de que los necesita para permanecer en el poder.

ETA encarna un proyecto político totalitario, que ha utilizado durante mas de cincuenta años la violencia para conseguir sus objetivos, asesinando a 857 personas por el simple hecho de ser españoles. ETA dejó de matar por dos motivos: poque estaba muy debilitada gracias a la eficaz acción de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y porque se dio cuenta de que, sin pegar un solo tiro, podían conseguir con Zapatero en la Presidencia del Gobierno muchos logros, cosa que no pasó ni durante la Presidencia de Felipe González ni de José María Aznar.

Miembros de ETA o que hayan colaborado con la banda terrorista siempre ha habido en las listas de los diversos nombres del brazo político de la banda: nada más y nada menos que Josu Ternera fue parlamentario vasco, como lo fue Arnaldo Otegui. En la actualidad, hay tres parlamentarios vascos de Bildu que han sido colaboradores de ETA y que tienen escaño en la Cámara de Vitoria.

¿Cuál es la diferencia sustancial con lo que ha pasado ahora? ¿Por qué esta reacción social de indignación total?

Por una simple, pero trágica razón: porque desde hace cuatro años, ha sido el Presidente del Gobierno quien ha buscado el apoyo de ETA en el Congreso de los Diputados, para poder mantenerse en el poder. Consiguió su abstención en la investidura y posteriormente ha pactado diversas leyes —Presupuestos, ley de memoria histórica, ley de Vivienda— con el brazo político de ETA.

Eso es lo que ha indignado a una gran parte de la ciudadanía, que ha asistido atónita a la declaración de Sánchez desde una rotonda de la Casa Blanca para fijar su posición sobre la presencia de excolaboradores o miembros de ETA en las listas de Bildu: "Hay cosas que pueden ser legales, pero que son indecentes", dijo el Presidente, claramente nervioso y contrariado porque su mensaje tras la foto con Biden tuviera que ser ese.

Sánchez también dijo en esa declaración que ETA había desaparecido hace doce años, lo que pone de manifiesto la ignorancia supina del Presidente sobre estos temas. ¿De verdad cree que ETA, por dejar de matar, ha renunciado al poder?

ETA está en el momento presente más fuerte políticamente que nunca: condiciona, y de qué manera, al Gobierno de España; es la segunda fuerza política en el País Vasco, y habrá que ver qué pasa el próximo 28-M en territorios como Guipúzcoa o la propia Vitoria. Bildu será clave para la conformación del próximo Gobierno de Navarra, con la vista puesta en abrir el proceso de anexión a la Comunidad Autónoma Vasca. ¿De verdad cree, señor Sánchez, que ETA ha sido derrotada y ha desaparecido?

Todo empezó con Zapatero y su proceso de negociación política con la banda terrorista al llegar a la Moncloa. El propio expresidente ha reconocido la semana pasada que en las negociaciones que tuvo con ETA a partir de 2004, se les ofreció participar en las Instituciones a cambio de que dejaran la violencia, argumento que es utilizado ahora por los papagayos que tiene el Gobierno y el PSOE en los medios de comunicación, para decir que es mejor que hagan política a que pongan bombas. Demasiado simple el razonamiento, que ETA se ha encargado de liquidar con su gesto de colocar a 44 excolaboradores o miembros de la banda en las listas electorales.

ETA no parará hasta alcanzar más poder. Su punto de mira está puesto en el Palacio de Ajuria-Enea, sede de la Presidencia del Gobierno Vasco. Habrá elecciones autonómicas el próximo año, y ahí, la banda terrorista confía en poder echar al PNV del poder, para quedarse con él. Para eso necesitará la ayuda del PSOE. ¿Alguien duda que, si Sánchez sigue en la Moncloa, los socialistas apoyaran a Arnaldo Otegui como lehendakari? Por eso es tan importante echar democráticamente en las urnas al actual Presidente del Gobierno. El próximo 28-M es la primera oportunidad para castigar severamente a quien de forma indecente ha estado pactando durante cuatro años con el brazo político de ETA, faltando al respeto a la Memoria y a la Dignidad de las víctimas del terrorismo, y también a la sociedad española que ha sufrido durante medio siglo la lacra del terrorismo etarra.

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