Tiene toda la razón el PP al considerar que el "caso Begoña Gómez" apela directamente al presidente del gobierno, que debe dar explicaciones por no ausentarse de los Consejos de ministros que aprobaron ayudas a Air Europa a pesar de los vínculos económicos y profesionales con su esposa; como también la tiene al considerar que pudo existir un "tráfico de influencias" en las recomendaciones que Gómez hizo de otras empresas, como la UTE que conformaron Barrabés y The Valley.
Lo que compartiendo esta premisa carece absolutamente de sentido es que el partido de Feijóo no haya coherentemente reclamado en la comisión de investigación del Senado tanto la comparecencia de Pedro Sánchez como la de su esposa Begoña Gómez. En un primer momento, Feijóo justificó el no pedir la comparecencia de Gómez por no ser ese "su estilo" y porque "quien debe explicarse es Sánchez". Sorprendentemente, sin embargo, días después su partido se negaba a pedir la comparecencia tanto de Sánchez como la de su esposa que bien puede, ciertamente, autodefinirse profesionalmente como "conseguidora de fondos". Bien es cierto que el PP se excusó ante tan incomprensible negativa afirmando que "no descartaba" —eso faltaba— pedir esas comparecencias más adelante; no sabemos si para utilizarlo como disuasoria defensa ante intoxicaciones del PSOE o como prueba de ese "magistral manejo de los tiempos" con los que el PP siempre ha disfrazado su inoperancia y falta de nervio político.
Lo que es un hecho es que el PSOE ha respondido al rajoyesco estilo de Feijóo como el escorpión a la rana: atacando al líder del PP con los contratos de la Xunta con empresas ligadas a su cuñado y su hermana mientras el Partido Popular ha anunciado que llevará a Sánchez, no a la comisión de investigación, sino, nada menos, que a los Tribunales, bien por la vía contencioso-administrativa, bien por la vía penal, para esclarecer su "conflicto de intereses".
Ante tan caótica y espasmódica actitud del PP no faltaran corifeos que la disfracen de "estrategia" o como nueva muestra de ese "magistral manejo de los tiempos" con la que excusan cualquier incomparecencia o exceso. Sin embargo, cualquier manejo meramente sensato de los tiempos aconsejaría pedir primero explicaciones y responsabilidades políticas en la Comisión de investigación del Senado y, posteriormente y si se considera pertinente, pedir explicaciones en sede judicial. Lo demás es desconcertar a tu propio electorado y reforzar la propaganda del PSOE que acusa al PP de dar palos de ciego y pábulo a "bulos e intoxicaciones" en este asunto.
Entiéndasenos bien: no es que consideremos que llevar a Sánchez a los tribunales por los negocios de Begoña Sánchez sería una "denuncia falsa", tal y como dicen desde el PSOE. Lo que consideramos es que es algo precipitado e incomprensible si, al mismo tiempo, el PP sigue negándose a pedir la comparecencia de Sánchez y Gómez en el Senado. Así las cosas, y ante tan incomprensible proceder del PP —Vox sí ha pedido la comparecencia de Begoña Gómez en la Cámara Alta— no nos extrañemos si finalmente todo termina con la incomparecencia tanto de Sánchez como de Gómez, tanto en el Senado como ante los Tribunales. El PP está a tiempo de rectificar su desconcertante "manejo magistral de los tiempos".