
Salvo sorpresa mundial, que ya sería la octava ocasión en la que pasa, Kylian Mbappé fichará por el Real Madrid este verano. A priori, si consideramos que es el mejor futbolista del mundo y que va a fichar por que el equipo que también ostenta ese título, todo debería ser algo normal, como las fichas de un dominó cayendo, pero en este caso queda constancia de que Kylian, en mayor o menor medida, se ha reído muchísimo de una entidad como el Real Madrid. PSG mediante, por supuesto, pero se ha reído mucho desde 2017 hasta 2024. Es ahí cuando la lógica ya no es tan evidente.
Mbappé ha demostrado algo que ya sabíamos. En el fútbol moderno, si eres un jugador muy bueno, te puedes reír de cualquiera y te seguirán queriendo. Pasa en todos los clubes. Repito, en todos los clubes. Atlético, Barcelona, Bayern, PSG, City, Liverpool, United... en todos. No se salva ni uno. No solo es el Real Madrid con Mbappé. Bajarse los pantalones por una estrella que te ha vacilado se puede hacer de rojiblanco, blanco, azulgrana, red, blue y yellow. El quid de la cuestión es que si tienes que elegir un club al que no debería vacilar nadie ese sería el presidido por Florentino Pérez. La única realidad aquí, demostrada en el campo desde 2017 a 2024, es que el Real Madrid no necesita a Kylian Mbappé mientras que Kylian Mbappé, para ganar la Champions, necesita al Real Madrid.
Si Mbappé puede reírse del Real Madrid, el fútbol está perdido del todo. Me explico. Si hay un equipo que ha demostrado ganar siempre o casi siempre ese es el Real Madrid. Sin Mbappé, desde 2017, el Real Madrid ha ganado tres copas de Europa y va camino de la cuarta. Kylian, declaraciones pregatillazos mediante y con Mbappinvents patrocinados por parte de la prensa francesa y española, no ha visto la orejona de cerca salvo en el propio museo del Santiago Bernabéu. Eso debería hacer que el Real Madrid, al que se le ha faltado el respeto continuamente, mirase en otra dirección y trajese a otros jugadores de talla mundial que, como mínimo, no se habrían reído del club durante tanto tiempo. Si hay un equipo que puede elegir a otros cracks mundiales y anteponer su orgullo a un fichaje como el de Mbappé, ese es el Real Madrid. Otros, precisamente para luchar contra la hegemonía blanca, no podrían hacerlo porque, como se está viendo últimamente, las Champions caen en el Bernabéu como el calor en el mes de julio, por naturaleza lógica. Por eso esto es preocupante. Que el fútbol está podrido ya lo sabemos, sin embargo, si el mejor club del mundo, incluso ganando en el presente, sigue queriendo a un jugador que se ha reído de la entidad... puff, este deporte está en manos de los niños.
El asunto ha llegado a tal punto que el otro día leí un tuit de un seguidor madridista que decía que Mbappé "bajaba al barro" para jugar en el Real Madrid. ¿Perdona? ¿Ir al Real Madrid es bajar al barro? ¿Ir al equipo más ganador de la historia del fútbol y que puede ir regalando Champions como si de chapas se tratase es "bajar al barro"? No hombre, no. Y esto te lo dice alguien que no es seguidor del Real Madrid, pero que tiene ojos en la cara y ve lo que gana el club blanco y lo que ganan otros clubes. Bajar al "barro" es irte al Barcelona actual, por ejemplo. Al Atlético del "vender antes de comprar" a pesar de ingresar como un grande. Al United sin Ferguson. O a la Juve, más vecchia, que signora. Eso sí es irte al fango laportiano o xaviano, no ir a un Real Madrid que, Florentino mediante, va camino de ganar otra Champions más. Y sin Mbappé en el equipo. El galo, sus padres y el jeque del PSG, de nuevo, la verán por la tele.
Esta es al menos mi opinión desde fuera. Luego hablo con personas como Federico Jiménez Losantos, con el que me he cruzado por los pasillos de Libertad Digital antes de escribir estas líneas, y él me da una verdad que es mucho más irrefutable que mi opinión y contra la que no puede luchar. El Real Madrid, a pesar de todo lo que ha pasado, ficha a Mbappé porque sabe que se asegura dominar el mundo durante una década sin que casi nadie le tosa. Que puede controlar mejor a los jeques de City y PSG, aunque ya lo haga actualmente, con Mbappé en su bando y no en el de los otros. ¡Y tiene razón! Es indudable. A pesar de todo lo que ha pasado, aquí el que usa al otro es el Real Madrid a Mbappé. No al revés, como creo que se piensa Kylian. Y no puedo rebatir ese argumento. Pero eso es lo que me preocupa, que no lo pueda rebatir gracias al contexto futbolístico actual. Hemos llegado a un punto en que, petrodólares mediante, agentes y por supuesto niños vestidos de futbolistas adultos, en el que el club más importante de la historia, el Real Madrid, debe fichar a Mbappé aunque no lo necesite y a pesar de haber sido vacilado varios años por él. Si esto le pasa al Real Madrid, el resto de clubes, todavía más que antes, están en manos de lo que estos niños quieran. ¡Recen lo que sepan! El fútbol está perdido.
