Menú
Carmelo Jordá

ZP, referente moral del PSOE

No puede haber nada más rastrero, lacayo y vil que el trabajo que el expresidente del Gobierno hace para Maduro.

No puede haber nada más rastrero, lacayo y vil que el trabajo que el expresidente del Gobierno hace para Maduro.
José Luis Rodríguez Zapatero. | Europa Press

Siempre pensé que tras su más que desastrosa gestión como presidente, Zapatero se convertiría en un apestado de la política. Creía, con una notable inocencia, que ni siquiera en el PSOE podrían reivindicar a alguien que sumió al país en una crisis salvaje, la negó primero y después acabó rectificándose a sí mismo en 48 horas para imponer medidas que nadie se había atrevido a tomar antes. Finalmente, salió por la puerta de atrás sin atreverse a perder las elecciones.

Dicho lo anterior, aún fue peor lo mucho que avanzó en la senda del guerracivilismo, pero está claro que eso no se lo iba a reprochar la izquierda que le jaleó y acompañó durante todo ese camino.

Lo cierto es que Zapatero sí pasó unos años de un cierto olvido, sin que nadie de su partido le criticase mucho, pero tampoco lo paseaban por los mítines como lo han paseado en las últimas campañas, que parece una estrella de rock con un calendario de festivales que para sí lo quisiera cualquier banda.

¿Qué ha pasado entre un momento y el otro? Básicamente dos cosas que en el fondo tienen no poca relación: el PSOE ha recorrido el doble del camino hacia la izquierda del que recorrió hacia el centro en tiempos de Felipe González; y al mismo tiempo Zapatero se ha convertido, sobre todo por sus relaciones con el asesino Maduro y su régimen criminal, en un referente de lo más siniestro, en los dos sentidos, de la política mundial.

Porque Zapatero es ahora el gran patriarca de los socialistas no pese a que defienda de una forma lamentable a las dictaduras de izquierdas, sino precisamente porque lo hace.

No puede haber nada más rastrero, lacayo y vil que el trabajo que el expresidente del Gobierno hace para Maduro. Es algo tan despreciable que uno tiende a pensar que en el intercambio se mueve algo más que dinero, pero sea como sea hay que tener el alma muy podrida para callar ante el descarado y descomunal fraude electoral, ante los presos políticos torturados y los manifestantes asesinados.

Callar, además, cuando tus palabras podrían servir de tanto, cuando realmente podrías contribuir a cambiar las cosas, cuando después de dar toda la vida una turra insoportable con la paz tienes una oportunidad real de llevar paz no sólo a Venezuela, sino a Iberoamérica entera. Y ese ser mudo e inmundo es el consejero de Pedro Sánchez, el líder espiritual del PSOE, la baza electoral, el que llena las plazas en los mítines.

Zapatero y Sánchez, Sánchez y Zapatero, no podría haber mejores carteles para representar la degeneración moral del PSOE y de toda una izquierda que presume mucho de demócrata, pero en realidad cree tanto en la democracia que está tratando de cargársela en España y de abortarla en Venezuela.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Biblia Ilustrada
    • Libro
    • Curso