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Maduro sigue vivo

El promotor de la gira performance franquista, digno sucesor del PSOE que se escondía del dictador español y temía al PCE, protege a Maduro.

El promotor de la gira performance franquista, digno sucesor del PSOE que se escondía del dictador español y temía al PCE, protege a Maduro.
El dictador chavista Nicolás Maduro pronuncia un discurso este viernes, en Miraflores. | EFE

María Corina Heroína Machado se alzó como pueblo soberano, insoportable a los ojos de un tirano comunista, sea Nicolás Maduro, Juan Carlos Monedero o todos aquellos que protegen desde España la dictadura bolivariana empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En vaqueros y con los brazos en alto en señal de victoria, moral desde luego, pero también electoral, María Corina Machado cumplió con su pueblo y salió a la luz. La raptaron para cortar la ebullición popular y la soltaron después con el aviso en la garganta, vano contra los valientes. Adelantaron la toma de posesión del golpe y bromearon con Edmundo González Urrutia, el único presidente electo, con familia presa en Caracas. En España, todo sigue igual, camino de provincia bolivariana ultramarina.

Lo frustrante de esta tragedia es que triunfe el mal mientras todos lo denuncian. ¿Cómo se puede permitir?, se preguntan unos; ¿Nadie va a hacer nada, ni Estados Unidos?, claman otros. Y entonces salen a relucir las relaciones internacionales y los peligros de un desequilibrio a favor del Bien: cualquier injerencia provocaría una reacción de los que viven de las injerencias, o sea, Cuba, Irán, Turquía, Corea del Norte, y lo que es peor, China o Rusia.

¡Entonces Europa!, gimen los ingenuos bienintencionados. La Bella Durmiente está contra Maduro, pero a su manera… dependiendo de alguna Comisión que cuelga de una Directiva que gestiona una Mesa monitorizada por un Observatorio que mantiene periódicas reuniones de vigilancia sobre la democracia. Bueno, ¡pero Europa está contra Maduro! Pues no toda, se resiste la aldea comunista española.

Conocemos bien dónde está nuestro Gobierno. Contra Franco muerto, pero con Maduro vivo y a su entera disposición. España es el único país miembro de la UE que no ha querido reconocer oficialmente a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, jugando a los "gestos de humanidad" perpetrados por José Luis Rodríguez Zapatero al extraer de Caracas al vencedor y traerlo a Madrid como si se tratara de valija diplomática.

Por eso es aquí, en España, donde la narcodictadura tiene su base más segura y fiable. No en vano se violó la Ley, y está en el juzgado, para que la vicepresidenta Delcy Rodríguez recalara hace cinco años en el aeropuerto de Madrid, escoltada por un equipo ministerial español (José Luis Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama con el visto bueno de Fernando Grande-Marlaska) para colocar, desviar, lavar o pagar dinero procedente de maniobras del régimen bolivariano con el Gobierno de España. "Bien", dijo Pedro Sánchez cuando el ministro Ábalos le ofreció los detalles del viaje. Incluían, aunque se frustró, siete días de estancia de lujo en El Viso madrileño.

¿Qué se puede esperar de un régimen corrupto que protege a otro? Lo que tenemos y algunos se empeñan en negar: el riesgo cierto de que el golpe catalán se consume desde La Moncloa y nos gobiernen, ya abiertamente, al margen de la Ley y, por supuesto, sin urnas.

Más señas. Poco después de que Isabel Díaz Ayuso dijera en Es la Mañana de Federico que hay que hacer algo urgentemente para no acabar como Venezuela, el gobierno de Sánchez le dio la razón anunciando una ley antijueces, una protección del delito con el resguardo del BOE. Literalmente, según explicó el escaso Patxi, se trata de una Ley para hacer frente "al acoso derivado de acciones judiciales abusivas". ¿Abusivas? La terminología podría ser de Nicolás Maduro.

Quede a modo de resumen práctico la frase que Ayuso dejó en el programa de Federico Jiménez Losantos dedicada a los escépticos, incluidos algunos de su partido:

"A mucha gente le puede parecer exagerado, pero las dictaduras no entran de golpe. No aprietas un botón, sino que es una rosca que va poco a poco carcomiendo esos contrapesos y los contrapoderes de manera que el Gobierno utiliza todos los medios públicos y las instituciones contra el adversario y contra la alternativa".

Tal cual. A rosca. Y van ya unas cuantas vueltas.

Valientes con la momia de Franco

La cobardía es quizá la mejor seña de identidad de los socialistas del franquismo. Salvo honrosas excepciones, anduvieron escondidos a la espera de una revolución ajena que los llevara al poder. Se jugó el tipo el PCE y, cuando la revolución esa se quedó en el horno porque no hizo falta… los del PSOE corrieron a pedir a Adolfo Suárez que no se le ocurriera legalizar a los chicos de Santiago Carrillo, que entonces no les salían las cuentas. Ahora rebobinan la historia y exhiben otra en salas de cine y teatros y papá cuéntame otra vez…

El caso es que siempre se ha intentado ejercer al menos presión internacional contra las dictaduras. Pasaba en la España de Franco con las condenas a pena de muerte. Y se usó después, en la Transición que empezó con el dictador todavía vivo y sin asomo de presión socialista. Lo primero que pergeñó Juan Carlos I cuando de verdad sirvió, y muy bien, a España fue ganarse el favor de potencias extranjeras para preparar la salida a la democracia sin ruptura traumática, sin sangre. Con muchos matices y episodios propios de la estupidez de algunos mandatarios de la época, el mundo acabó viendo a España como un país sólido que podía salir de 40 años de dictadura sin riesgos. Y lo apoyaron.

Hoy, Europa debería ser un baluarte de libertad pero es innegable que todo el mundo político occidental ha sucumbido ante el comunismo y el islamismo y ya no ejerce la misma presión de antes. Parece como si los horrores de los años 30 se hubieran borrado de pronto. Sin embargo, si un país como España liderara decididamente la denuncia contra el régimen de Maduro, cosa que sería posible con el Felipe González de hoy, con José María Aznar y hasta con Mariano Rajoy, no sería tan fácil el golpe.

Es indudable la influencia de España en todo lo referente a Iberoamérica y es lógico pensar que Europa se dejaría guiar en la adopción de medidas duras contra la narcodictadura venezolana en un momento como este.

Pero el promotor de la gira performance franquista, digno sucesor del PSOE que se escondía del dictador español y temía al PCE, protege a Maduro porque tiene mucho que esconder. Y Europa calla o habla todavía en voz baja.

María Corina Heroína Machado lo hace alto y claro. No hay más que escucharla y aprender:

Maduro consolidó el golpe de Estado y la violación a nuestra Constitución. Es hora de hacer lo que sea necesario para restituirla. Gloria al bravo pueblo.

Así se lucha contra los dictadores vivos.

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