El desprestigio y deslegitimación de la Unión Europea nos lleva al borde del abismo. El Reino Unido se fue. No será el primero. La cosa amenaza ruina por todas partes. La gente, engañada por la prensa y los medios antiguos de comunicación, creen que esto es sólido, pero hay mil señales para mantener la evanescencia y debilidad de la UE. Pongamos a discusión la última ocurrencia de la casta política europea: crear de la noche a la mañana un ejército europeo por valor de 800.000 millones de euros. Para este personal esto es mejor que renovar los compromisos europeos con la OTAN y la Administración de Trump. ¡Dios nos coja confesados! ¿Quién pagará ese desembolso? Es obvio que sabemos la respuesta: todos y cada uno de los ciudadanos de Europa pagará semejante fantochada.
Miles de formas tienen los eurócratas para sacarnos el dinero. Pero están buscando una, y solo una, para que el pueblo, los de abajo, no puedan oponerse. Exactamente aquí es donde entra en contacto todas las élites de la UE y se inventan, o mejor dicho, utilizan un mecanismo de pago que empieza a ser "normal": el pago digital. Tratan de convertir esa forma de pago en un arma mortífera para robarnos todos los días y a todos horas. Ellos creen, y con razón, que la maldad aliada con la inteligencia es un arma mortal para que nadie se le resista a su plan. Tratan de maniatar la capacidad de movilización de la sociedad civil ante un proyecto tan descabellado como crear un ejército de la noche a la mañana.
La cosa programada por estas falsas élites europeas para llevar a cabo tan descabellado asunto es sencilla: los miles y miles de millones se pagarán con las famosas "quitas", sí, nos irán quitando de nuestros ahorros, depósitos, etcétera, una parte, o quizá una gran parte, para pagar los gastos de ese imaginario ejército. Es obvio que las quitas serán siempre más difíciles si nosotros manejamos físicamente el dinero; por el contrario, será muy sencillo si nos obligan a todos los ciudadanos a usar el dinero digital. Christine Lagarde, jefa del Banco Central Europeo, y Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea, junto a todas sus recuas de burócratas y políticos pancistas del Parlamento europeo, están detrás del plan. ¿Qué hacer ante esta jugada? Movilización a todas horas y en todos los países. Guerra permanente a la imposición de usar el dinero digitalmente. ¿Quién puede ponerse al frente de la movilización contra la obligación del Euro digital? Ojalá lo hagan los partidos de la Oposición y, por supuesto, tendrá que ser, otra vez, la sociedad civil quien se pongan al frente del asunto…
Una cosa es obvia: o expulsamos a las actuales élites políticas de Europa o nos llevan a una dictadura. Otra cosa es aún más evidente: tenemos que echarlos, porque la "representación" de esta gente no es sólo aritméticamente impresentable, sino ilegítima tanto desde el punto de vista social como democrático. A poca gente representan esos individuos, entre otros motivos, porque son millones los ciudadanos europeos que en señal de protesta, o sea conscientemente, no votan en esas elecciones europeas; en segundo lugar, porque los elegidos jamás cumplen los programas que votan los electores; en tercer lugar, porque las "reglas" para conformar mayorías están trucadas para marginar a millones de electores. Sí, todo los mecanismo políticos en la UE parece diseñados para que una casta política persiga a la ciudadanía sin otro objetivo que seguir manteniéndose en el poder para su propio enriquecimiento económico y social. Parlamento, Comisión y Consejo de Europa, instituciones básicas de la Unión Europea, preparan coordinadamente con el Banco Central Europeo un proyecto para octubre de 2025 que podría ser la muerte de la propia Unión Europea: la sustitución del dinero contante y sonante por una moneda digital, el Euro-digital. Si esto se llevara a cabo, y sospecho que pudiera triunfar porque la maldad de este plan, insisto, está aliada con la inteligencia, podría ser la última estocada para que desapareciese la Unión Europea tal y como la conocemos ahora.