
El día 28 de abril se fue la luz en toda España. Regresó después de muchas horas de espera. Se fundieron los plomos y el Gobierno no sabía cómo arreglarlos. Nadie con un poco de inteligencia ignora por qué se fue la luz, aunque los tecnócratas, los bárbaros especialistas en luces, dicen qué aún no está claro como sucedió. Esos mismos bárbaros dicen que no volverá a caerse el sistema eléctrico, pero ya nadie los cree. He ahí la primera consecuencia del fracaso de la política energética del sanchismo (coalición de socialistas, comunistas y separatistas): se ha llevado por delante a la pobre "inteligencia científica" que le presta sustento "intelectual". Sí, los "sabios", los "especialistas", los "expertos" en luces que apoyan a Sánchez son unos mentirosos. Han sido arrasados por la evidencia del apagón. La "ciencia" sanchista, como su tesis doctoral, es una gran mentira. Tinieblas traen quienes en ellas viven.
Exactamente es lo que tratan de ocultar todos los medios de comunicación y, por supuesto, los propios tecnócratas en energías sanchistas. Un imposible. La "razón tecnocrática", la pobrísima argumentación "científica", que soporta la demencial política energética de Sánchez, ha muerto para siempre. Su fracaso es inapelable. Salta a la vista de cualquier sencillo observador de la política española. Ha quedado al descubierto la absoluta ideologización de la "ciencia" española, o mejor dicho, de la "ciencia socialista". A partir del apagón del lunes pasado, pocos creerán a los "científicos", en realidad, a los ideólogos sanchistas, cuando les hablen de las bondades de las energías fotovoltaicas y eólicas. Las fuentes de energías convencionales son muy superiores al rollo pseudo-ecologista que trata de imponer la coalición gubernamental, fiel seguidora del felipismo que cerró, en plena construcción, la central nuclear de Lémoniz… La cesiones de Felipe González, del socialismo de la época, a los asesinos de ETA son, sin duda alguna, el principal antecedente de lo que hoy vivimos. Ahí hemos de hallar uno de los motivos del apagón del 28 de abril. Los etarras no querían energía nuclear y lo consiguieron a través del asesinato y la extorsión (el número de asesinados por ETA hasta cerrar Lémoniz siguen avergonzando a cualquier ser con dignidad). Hoy, como todo el mundo saben, son los socios más fiables de Sánchez.
Que el Gobierno de España haya obligado a Red Eléctrica de España a incorporar masivamente energías renovables en el mix eléctrico, sin que los especialistas en el asunto dijeran esta boca es mía, o simplemente dieran grititos de protesta con la boca chica, pone en evidencia la ideologización absoluta de los tecnócratas. Nunca se impusieron controles científicos serios a las energías renovables. Es el gran pecado de los expertos. Esta gente está sólo y exclusivamente al servicio del poder. Dicen y hacen en función de los dictados ideológicos sanchistas, comunistas y separatistas. Son siervos voluntarios de Sánchez. Los directivos de Red Eléctrica Española, cuyo principal accionista es el Estado, son unos vendidos al poder de Sánchez. Esto ha quedado meridianamente claro con el apagón del 28 de abril. Las energías renovables son inviables sin el respaldo de las energías convencionales, entre las que destacan las nucleares, que aseguran la estabilidad del sistema eléctrico.
Los molinillos y los paneles solares son inservibles. Son la gran estafa a España. Es una gran patraña contra los españoles la integración de tecnologías como la fotovoltaica y la eólica en el sistema eléctrico. No tienen capacidad de respuesta rápida ante las incidencias y las demandas de energías. Esto lo sabían los "científicos", o supuestos científicos", y lo han callado. Pero, después del apagón, tratan de saltar del barco sanchista para salvarse del naufragio. Es tarde. Ellos han contribuido de modo decisivo con su apoyo explícito a la locura de las políticas energéticas de Sánchez y el socialismo de la Agenda 2030; otros "científicos", no menos cobardes que los anteriores, han guardado silencio, mientras Sánchez hunde la economía española y manipula la mente de los ciudadanos. Sí, sí, la mayoría de los "científicos" españoles, unos de modo directo y otros de forma indirecta, han contribuido a que Sánchez llevara a cabo la "peor política energética" del llamado primer mundo, según ha reconocido el gobierno más solvente del planeta, el de los EEUU de Norteamérica.
El 28 de abril, el famoso día del apagón, quedó retratada para la posteridad la "ciencia" española, o mejor, la mayoría de los "científicos" españoles. Sí, se quedaron sin relato, rollo e ideología, y sin vergüenza.