Menú

Aún no hemos tocado fondo

El paradigma político del sanchismo no es otro que deshonrar, humillar y mancillar la excelencia política.

El paradigma político del sanchismo no es otro que deshonrar, humillar y mancillar la excelencia política.
Pedro Sánchez durante su intervención en la Cumbre de la Liga Árabe en Bagdad. | Europa Press

Sánchez agravia a tres grandes Estados y aquí no nos damos por enterados. Pagaremos caro sus injurias. El hoy es malo, pero el mañana será peor. ¿Cómo podría irse sin "penitencia" política un pueblo que admite tan alegremente esas afrentas a otras naciones? Imposible. Sánchez, sí, será zarandeado y nosotros también, porque este sujeto, nadie lo dude, es el representante de España en el mundo. Sigue siendo el Jefe de Gobierno de un híbrido y decadente régimen político. Nadie sabe cuándo terminará su mandato. Ni siquiera sabemos con certeza si habrá o no elecciones generales. Vivimos una adulación al poder político de Sánchez como jamás se había dado en la historia de la democracia postfranquista.

Muestra de esa exaltación aduladora al poder de Sánchez es el silencio, o peor, la coincidencia de agencias y agentes de socialización política con la "política" practicada por este gobierno. ¡Insulta a Trump! En eso Sánchez coincide con la mayoría de la prensa española. ¡Desprecia y persigue al Estado de Israel! También en esto Sánchez va cogido de la mano de ese extenso grupo de periodistas españoles que odia a Israel. ¡No fue al entierro de Francisco y no ha asistido a la misa de celebración de la llegada de León XIV! Tampoco los medios de comunicación dan importancia a estos agravios de Sánchez al Estado Vaticano. Podrían cambiar fácilmente de lugar, improbables lectores, la parte interjectiva entre signos de admiración del anterior párrafo, pero el asunto no dejaría de seguir siendo igualmente escandaloso. Humillante para cualquier español de bien.

El paradigma político del sanchismo no es otro que deshonrar, humillar y mancillar la excelencia política. Para Sánchez cualquier cosa es aceptable salvo relacionarse con transparencia y honestidad con tres grandes Estados del mundo occidental. Pero es aún más desvergonzado, inmoral y escandaloso que los creadores de opinión pública-política en España, intelectuales, políticos y periodistas, no sientan asombro alguno ante el choque con las cosas, o sea, con las provocaciones del sanchismo a EE.UU, Israel y el Vaticano. Menos todavía advierten, analizan y piensan las consecuencias que esas afrentas tendrá para nuestro país, cada día más desgraciado en lo político y empobrecido económica y, sobre todo moralmente, en el futuro inmediato. Ahí estamos, sí, todos los españoles instalados en los prejuicios contra la democracia americana, el odio a los judíos y el desprecio la religión del amor. La no asistencia de Sánchez a la primera misa del Papa, conocida como la Misa de Inicio del Pontificado, nos explica bien la catadura moral del socialismo español en el mundo. Tiene León XIV tajo, mucho tajo, en España para llevar a cabo su principal propósito combatir "la discordia, el odio y las desigualdades entre ricos y pobres"

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Inversión