
Dicen ahora algunos presidentes del PP que las Conferencias de Presidentes no sirven para nada. Claro que sí. Sirven para dejarlos en evidencia, para que el pelo de la dehesa se atuse e incline ante el protocolo que conviene a Sánchez. Como se aburren tanto ejerciendo de virreyes en fronteras lejanas, aspiran a que el Emperador, aunque ilegítimo, los reciba en palacio, siquiera un día, y los trate con respeto. Eso nunca sucede. Al final, el déspota siempre los humilla, es su naturaleza, pero, una y otra vez, también es su naturaleza, acuden a la trampa. La de Barcelona ha sido realmente sangrante, pero ellos ni sienten ni padecen. ¡Como para sangrar!
En esta última feria de humillaciones, penúltima, porque ya han convocado otra en Asturias, no creo que sea en Covadonga, estaba el Rey como rehén, el fúnebre Illa como anfitrión, y una docena de ministros de cartón para equilibrar la foto. No pensaría la Derecha que esto era algo más que un paripé, un fotomatón de telediario, que gana el que convoca. Y no lo cree, pero ahí estaba, haciendo como que la fotito podía servir para algo.
La llaman asesina y quieren que los bese
Pero entonces, como de costumbre, pasó algo, y ese algo fue Ayuso, también como de costumbre. Mientras los barones y baronesas del PP van pactando con Vox lo que Vox niega tajantemente que puedan pactar jamás, en Madrid hacen causa común con los comunistas y acosan a la presidenta. La víspera la habían acusado en la Asamblea nada menos que de "firmar sentencias de muerte". Y la jefa de esa patulea, la MeMa que boicoteaba el Ifema y el Zendal, responsable con Illa de los 130.000 muertos del covid, quiso provocarla dándole dos besos, como Judas Iscariote o como la clase de basura moral criada a la sombra de Podemos y Sánchez.
Isabel no se lo permitió: "¿Es que quieres besar a una asesina?" La Pistolera fingió sorpresa y Eutropa Press, lejos de aquella Europa Press de Herrero Losada, dio una versión del ataque de la ministrilla a la presidenta madrileña que retrató a la agencia. Sólo citaba una fuente, Más Madrid, y le bastaba. Pero todo estaba grabado y MeMa quedó al nivel de Eutropa Press.
Pero faltaba lo fundamental, que no pudo pillar a nadie por sorpresa, y menos a los barones, ejem, del PP que, como en tiempos de Teodoro, la criticaron escondiéndose detrás de Juanma Lamet. La víspera, a preguntas de la prensa, Ayuso dijo que no pensaba ponerse un pinganillo para escuchar a los que a ella le hablaban español en los pasillos. Que si alguien se ponía a hablar en otro idioma se irá de la sala; y añadió: ya está bien de hipocresías. Pero no se trata sólo de hipocresía, sino de ofender a España y a los españoles, a los que se afrenta despreciando su idioma oficial, que es, en el que desde hace siglos se entienden todos, y prescribe la Constitución.
Sánchez habla inglés en el extranjero
Empezó Pradales, como era de prever, en el euskera que no usa para hablar a los vascos, y Ayuso cumplió su palabra, y se ausentó, lo mismo que cuando Illa —130.000 muertos, recuérdese— se burló en catalán de Ayuso y se lo recetó, se supone que como laxante, a los que no entienden eso que llaman Estado plurinacional, paraíso de la diversidad donde, en Cataluña, sólo se persigue una lengua, el español, con el fúnebre Illa como verdugo. Ayuso no entró mientras el fúnebre se burlaba con pellizcos de sacristán de los que hablan español, incluyendo a los catalanes sometidos a su mordaza. Es de agradecer que, al menos, uno de los presidentes tuviera la mínima sensibilidad de no fingir que no pasaba nada cuando nos escupían a todos.
Es de lamentar que Rueda no dijera que iba a hablar en gallego y español, sino que reivindicara su lengua autóctona, como si alguien la persiguiera, como si el presidente vasco hablara la lengua de los vascos y como si Illa no opusiera el idioma de su tribu al de la nación común, y era de prever, y sucedió, que Mazón se lanzara a diferenciarse de Ayuso y así reforzar su trinchera de impunidad, tras la desastrosa gestión de la Dana. Por lo visto, lo único que coordinó la todavía secretaria general del PP fue algo casi ridículo: que todos los presidentes peperos acabaran su discurso pidiendo elecciones.
Nadie pensó que Ayuso cumpliría su palabra sobre el pinganillo, O lo pensó y se dijo que el mejor regalo de despedida de la soubrette de Casado era dejar a Ayuso enfrentada al partido, que entienden como una sociedad de cacicazgos regionales unidos por la nostalgia de la Moncloa. Nadie vio que el que iba a quedar fatal era el partido, no ella. Hay gestos que deciden batallas y el PP se niega a dar la de defender la dignidad de España, la que nos queda por dar antes de despedir al Estado y la Nación. ¿No cree el PP que los españoles estamos hartos de que escupan sobre la lengua común? Nadie recordó que cuando Sánchez viaja al extranjero habla en inglés, no en el idioma del país anfitrión, sino en el que se entienden los convocados.
Oportunamente cobardes, sabiamente suicidas
Pero es que el PP y la derecha en general está hecha unos zorros. En los medios de esa tendencia, sobre todo en los de papel, se ha criticado que Ayuso cumpliera su palabra de irse si lo que tenían que decir los que no dicen lo que hacen, que es estafarnos a todos, no lo decían en español. Qué menos cuando se reúnen unos señores cuya única nota en común es que se entienden en el único idioma común de los españoles desde hace siglos. ¿Y qué se critica de Ayuso? ¿Qué ha hecho algo mal? No. Algo inoportuno.
Pues por no hacer la derecha desde hace décadas lo que siempre debió hacer, y siempre por lo mismo, por inoportuno, hemos llegado a esta situación. ¿Y cuándo será oportuno para la derecha trémula plantarse ante el permanente agravio, no sólo simbólico, infligido a todos los españoles en las checas territoriales separatistas? Según la eterna doctrina Arriola, nunca. En democracia, jamás. Ni con Suárez, ni con Calvo Sotelo, ni con Aznar, ni con Rajoy ni, ahora, con Feijóo, el PP ha atendido la necesidad de defender la lengua común y los derechos civiles de los hispanohablantes, pese a ser la primera y última trinchera de defensa de la Nación. Así, España está siendo oportunamente condenada al carnicero y al charcutero, pero qué inteligente cobardía, que astuta inacción, qué templada incomparecencia.
El acto de hoy en la Plaza de España
Hoy se celebra, y no se lamenta, un gran acto contra Sánchez en la Plaza de España, convocado por el PP. No pregunto el porqué. Si es contra el monstruo que está destrozando la nación, hay que apoyarlo. Desde LD y esRadio, lo retransmitiremos, que es la mejor forma de animar a ir hoy a la Plaza de España, a ensalzar la fruta.
Es difícil, temiendo ver a Mazón, pero irá y hablará Isabel Díaz Ayuso. ¿Cuánto hace que muchos votan al PP sólo por ella? ¿Cuánto hace que a la burocracia del PP le molesta el éxito del PP liberal de Madrid? ¿Vamos a asistir hoy a un acto de desagravio a la nación o a un fervorín de calentamiento para el congreso del partido? Temamos lo peor y sigamos luchando por lo mejor. No por el PP, sino por España, que no merece ser representada por gente que ni la respeta ni la hace respetar.


