
Silvia Orriols sigue disparada en las encuestas; en la última del CEO, el equivalente local del CIS de Tezanos pero sin Tezanos, ya se sitúa por delante de Puigdemont, pese a los intentos desesperados del Payés Errante por escenificar una pose cada vez más atrabiliaria, de carlistón trabucaire dispuesto a quemar sus naves. No hay nada que hacer, cuanto más amagan los postpujolistas con lanzar sobre Madrid las siete plagas de Egipto, más antiguos votantes de Junts se pasan a Aliança.
Cataluña, contra lo que siguen creyendo todavía a estas alturas muchos tontos de la Meseta, no es la Dinamarca del Sur sino la Bélgica del Mediterráneo. Y de ahí, de que el País Petit también lo habitemos dos imaginarios nacionales distintos que comparten un mismo espacio físico, que ese crecimiento exponencial de Aliança se concentre en las provincias de la Cataluña Vieja, Gerona y Lérida, mientras que en las otras dos, Barcelona y Tarragona, su espacio potencial lo hegemoniza Vox. Los pobladores de Cataluña, donde jamás fuimos un solo pueblo ni falta que hacía, vivimos en un pequeño paraíso de cuya propia existencia no éramos conscientes mientras existió. El crecimiento imparable del voto a Aliança y a Vox no representa otra cosa que la nostalgia de aquel paraíso perdido, el de los seis millones mal avenidos.
Decía yo el otro día que no sé si la Historia absolverá a Pujol, pero de lo que no me cabe ninguna duda es de que lo reconocerá el más inteligente entre los de su gremio. Y por eso ganaba siempre. Porque sólo él tuvo la lucidez estratégica de conseguir que le votaran las dos Cataluñas de derechas, igual la indigenista que la españolista. Orriols es una mujer inteligente ( la inteligencia, como el dinero, siempre se delata a primera vista), pero ignoro si tanto como el Patriarca. Si, como él, fuera capaz de articular un discurso lo bastante ambiguo y sutil sobre la independencia, hoy estaría en condiciones de meterse en el bolsillo a toda la derecha sociológica catalana; y eso, también hoy, significaría la mayoría absoluta en las urnas.
