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Amando de Miguel

Algunas falacias populares

Son enunciados que se repiten como si fueran axiomas, sin que se discuta su taimada falsedad. Es decir, vivimos engañados.

Son enunciados que se repiten como si fueran axiomas, sin que se discuta su taimada falsedad. Es decir, vivimos engañados.

Son enunciados que se repiten como si fueran axiomas, sin que se discuta su taimada falsedad. Es decir, vivimos engañados. Aportaré media docena de falacias para abrir boca.

1. "Todas las opiniones son respetables". Sí, claro, pero algunas son detestables. Por ejemplo, acabo de leer la noticia de que un quídam se enorgullece de que va a tener un hijo con su hermana. La cosa es todavía más repugnante. Resulta que dos varones gayos deciden tener un hijo. Como la fecundación es imposible por retambufa, uno de ellos decide una implantación de sus generosos espermatozoides en los óvulos de su hermana. La cual gesta una criatura de alquiler para que pase a ser hijo aproximadamente legítimo de la pareja de manfloritas. Pues bien, la opinión del donante sobre lo orgulloso que se siente de la hazaña me parece sencillamente abominable. El lector puede añadir otras muchas ilustraciones.

2. "Todos los islamistas no son terroristas". Sí, claro, pero prácticamente todos los terroristas son islamistas. Aunque los imanes digan que islam quiere decir "paz", no estoy convencido de la falaz traducción. En la práctica, el islam siempre ha sido invasor y sojuzgador de otros pueblos. En ningún país islámico ha cristalizado una democracia pacífica y duradera.

3. "Todos los partidos políticos en España son legítimos porque representan a los españoles". Sí, claro, pero también encontramos algunos que sencillamente quieren romper España. De forma coherente, sus dirigentes no se consideran españoles. Sin embargo, no tienen empacho en cobrar sueldos y otros privilegios del Estado español. En contra de la Constitución, los diputados y senadores acuden a votar con un "mandato imperativo" de sus respectivas formaciones políticas. No me parece que tal práctica les confiera legitimidad.

4. "No todos los políticos son corruptos". Sí, claro. Si fueran todos corruptos hace tiempo que habrían acabado con el PIB de España. Pero lo que cuenta es que todos los corruptos se hallan ligados a los partidos que han tocado poder. Es más, ningún partido ha denunciado a los corruptos que tenía dentro. Siempre salen con lo de la "presunción de inocencia", mal interpretada. Es una forma de protección mafiosa.

5. "Todos los políticos son servidores públicos y les mueve su vocación de servicio a la ciudadanía". Sí, claro, pero eso no se lo cree nadie. Más bien da la impresión de que se afanan por llegar al poder y mantenerse en él para así repartir cargos y prebendas. Lo peor de todo es que no son pocos los políticos que se sirven de sus contactos para hacerse ricos.

6. "Los impuestos se diseñan para que los que más renta tengan paguen más". Sí, claro, esa es la bonita teoría, pero en la práctica sucede todo lo contrario. Puede que los realmente pobres no paguen impuestos de forma directa (aunque sí indirecta), pero constituyen un estrato poco numeroso. Lo que resulta indiscutible es que la clase realmente acomodada paga menos impuestos que la amplia capa de las clases medias. Esos son los realmente paganos.

En España

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