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Amando de Miguel

La gran metáfora musulmana

Los fenómenos masivos, impetuosos, sorprendentes parece que necesitan palabras griegas para describirlos mejor.

Los fenómenos masivos, impetuosos, sorprendentes parece que necesitan palabras griegas para describirlos mejor. ¿Cómo etiquetar el hecho de la muchedumbre de africanos y asiáticos que se dirige decidida hacia algunos países de la Unión Europea? No es propiamente emigración. Poco se parece al goteo que hemos visto en los últimos lustros de personas, provenientes de los países pobres, que buscaban trabajo en los ricos. Se les dice "refugiados", pero lo son solo de un país en guerra, Siria. Se habla también de "marea humana"; pero en este caso no hay bajamar.

Hay que recurrir a la lengua griega para describir el nuevo fenómeno. Éxodo es la salida masiva de la población empujada por alguna catástrofe. Pero en el caso que nos ocupa se juntan varias situaciones catastróficas. Por otro lado, no se mueve la población más necesitada, sino la que posee ahorros suficientes para pagar un costoso viaje. Además, el origen del movimiento se encuentra en varios países africanos o asiáticos. Su meta es el corazón de Europa. Contrariamente a lo que manifiestan las fotos, no hay muchas familias enteras en la masiva caravana. Predominan los varones jóvenes. No, no es propiamente un éxodo.

Hay otras dos palabras griegas que expresan mejor el movimiento masivo al que me refiero: metástasis y metáfora. Son sinónimas. Literalmente indican el traslado de un lugar a otro. Pero ya se las han apropiado los médicos y lingüistas respectivamente. Me quedo con metáfora, en este caso el traslado multitudinario de migrantes.

Es curioso. Nadie resalta el elemento común de la nueva metáfora masiva. A saber, la mayor parte de los refugiados o emigrantes son musulmanes. Sin embargo, no se dirigen a otros países islámicos, donde podrían encontrar trabajo: Turquía, los Estados de Arabia, Egipto, Marruecos. Además, muchos de los itinerantes huyen precisamente del llamado Estado Islámico.

Resulta ridícula la discusión de ciertos Gobiernos de la UE sobre el ominoso reparto de las cuotas de la gran metáfora musulmana. Antes de ponerse de acuerdo en los trámites sobre unos pocos miles de metafóricos, se agolpan en las fronteras varias decenas de miles más. Dentro de poco serán cientos de miles y acaso millones. ¿Qué hacer entonces con las cuotas iniciales y con el generoso ofrecimiento de los polideportivos para albergarlos?

Una última ingenuidad: confiar en que la riada no vaya a traer muchos terroristas. Por muchos controles que se establezcan, van a colarse miles de yihadistas actuales o potenciales. A ver cómo se ata esa mosca por el rabo.

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