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Cristina Losada

El indulto es el precio del PSC

No habrá ninguna "solución al conflicto catalán" gracias a estos indultos. Y esto es imposible que el PSOE no lo sepa.

No habrá ninguna "solución al conflicto catalán" gracias a estos indultos. Y esto es imposible que el PSOE no lo sepa.
Salvador Illa, secretario de Organización del PSC. | EFE

La venta de los indultos ha sido un festival. Los spin doctors gubernamentales han cambiado el vestuario argumental semana a semana, si no día a día, en busca del que mejor despertara el favor de un público contrario o escéptico. Empezaron vendiendo con agresividad de comerciales insolentes, y han acabado mansos y tiernos. "Corazón" y "concordia" fueron los términos con los que Sánchez hizo la venta en el Liceo, ante un público seleccionado, sin presencia de asociaciones constitucionalistas y con una escenografía teatral, que lo mostraba rodeado de sombras. La densidad de las sombras que rodean a estos indultos es tal, que el presidente del Gobierno tiene claro que ha de asumir el tono de quien hace un sacrificio al concederlos.

Pocas veces se ve a un partido en el Gobierno tomando decisiones que sabe que repelen a la mayoría de la opinión pública y a gran parte de su base electoral. Un partido como el PSOE aún tendrá memoria del precio que pagó cuando, hace más de diez años, no tuvo más remedio que reconocer la crisis económica que tanto había negado y aprobó aquel decreto que supuso el entierro formal de sus posibilidades de gobernar por mucho tiempo. Por el lado del PP, tampoco fue peccata minuta el impacto de la subida de impuestos que se marcó nada más llegar al Gobierno, en las elecciones de 2011, tras una campaña en la que prometía bajarlos. Influyeron también otros asuntos, pero aquel fue el primer paso de su posterior declive electoral.

La cuestión, así planteada, remite al porqué. Por qué un Gobierno toma una decisión que provoca un notable rechazo. Aunque lo esencial no es el porqué sino el qué, sigue siendo de interés la motivación. La prueba es que la mayoría de la oposición ha centrado su denuncia en ese punto, diciendo que son el precio por mantenerse en el poder. Y, sin embargo, tal grado de cortoplacismo parece excesivo, incluso en la política actual. Los indultos quizá garanticen la continuidad del Gobierno hasta el fin de la legislatura, pero también lo dejan a merced de los separatistas, que van a apretar las tuercas cuando les venga bien a ellos y peor a los socialistas. Además, Sánchez no va a poder presentar ningún resultado. No habrá ninguna "solución al conflicto catalán" gracias a estos indultos. Y esto es imposible que el PSOE no lo sepa.

Si vamos en busca del porqué, hay que dejar el corazón y la concordia, la convivencia y la solución para el horario infantil. No sólo por su inverosimilitud como motivaciones políticas; también por su falta de realismo. Para encontrar una causa real, de las inconfesables, de las que hay que encubrir con disfraces de flores y animalitos, hay que pensar en otra dirección. Y esa dirección va a ser la del PSC. Quien más gana con estos indultos no es el PSOE: es el PSC. El Partido de los Socialistas de Cataluña sí tiene algo que ganar: la perfecta sintonía con el catalanismo, la compensación del shock del 155. O dicho a la inversa: sin los indultos, tendría mucho que perder. Dejar a los golpistas del 1-O en la calle no es tanto el precio que paga Sánchez por seguir un par de años en el poder como el precio que paga el PSOE por tener y mantener al PSC. Otra vez.

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