Menú
Daniel Rodríguez Herrera

Bush, expulsado del ‘reality’ republicano

Parece que la única forma de que Trump no sea el candidato republicano en las próximas elecciones es que Rubio o Cruz den un paso atrás.

Parece que la única forma de que Trump no sea el candidato republicano en las próximas elecciones es que Rubio o Cruz den un paso atrás.
Wikipedia

Llegó la tercera noche de primarias, en la que los republicanos jugaron en Carolina del Sur y los demócratas en Nevada, donde Clinton se llevó una estrecha victoria que parece encaminarla aún más hacia la victoria final, aunque es sin duda insuficiente para que los partidarios de Sanders tiren la toalla todavía. Pero el resultado parece más que decidido, a no ser que suceda algún cataclismo, como que la Administración Obama decida imputar a Hillary por sus delitos contra la seguridad nacional. Que existen, sin duda, pero parece que serán un argumento político para la campaña de noviembre, no una causa de retirada ahora.

Por el otro lado, las primarias carolinas han dejado un ganador claro, Donald Trump (32,5%), y otro gobernador que abandona la carrera por la nominación, Jeb Bush (7,8%). Los resultados han dejado claro que esto se ha convertido en una carrera a tres, con Trump primero con un tercio de los votos, Rubio y Cruz básicamente empatados a diez puntos de distancia (22,5 y 22,3%) y los tres candidatos restantes con un siete y pico por ciento.

Bush ha captado la idea y ha abandonado porque es lo mejor para el partido, contando con que sus votos sirvan para conformar una mayoría anti Trump. Como para refutar la absurda teoría de que el dinero por sí solo decide el candidato, ha sido el que más fondos ha gastado durante las primarias con mucha diferencia, sin ningún resultado. Kasich, por su parte, ha declarado su alegría por haber empatado con Bush sin hacer campaña en el Estado y por ser el ganador entre los gobernadores. En serio, sí, con un siete por ciento. Carson, por su parte, parece dispuesto a seguir hasta el final aunque le voten dos gatos y no haga campaña en la mitad de los estados en juego. Ninguno de los dos tiene ninguna posibilidad, pero parecen dispuestos a hacer todo el daño posible a cualquier candidato alternativo a Trump.

¿Y cuál es ese candidato? Si debemos guiarnos por estos resultados, debería ser Marco Rubio. Su espantoso debate en New Hampshire ha quedado atrás y es quien ha logrado capitalizar los últimos abandonos de este reality que son las primarias republicanas. Ha logrado quedar segundo en un estado muy conservador y muy evangélico, datos ambos que favorecían a Cruz, que ha sido el peor parado de los tres con diferencia. Lo único claro es que ninguno abandonará tras Nevada, la última cita antes del Supermartes (1 de marzo). Y es importante, porque cada vez da más la sensación de que sólo se puede ganar a Trump si enfrente se queda un solo candidato lo suficientemente pronto.

Porque la victoria de Trump ha sido un tanto agridulce. Como sucedió en Iowa, ha quedado peor de lo que predecían las encuestas. Y según se han ido retirando contendientes su apoyo ha permanecido básicamente constante, lo que indicaría que tiene un techo claro, de alrededor de un tercio del voto, suficiente para ganar sólo si se enfrenta a una oposición dividida. Aunque algunos de los votantes de los candidatos que deberían marcharse aseguran que votarán a Trump, lo cierto es que hasta ahora no parece haber sucedido. Por otro lado, es una victoria importante que demuestra que es un candidato aún más teflonero de lo que se pensaba. En el debate de Carolina del Sur le faltó escupir a la cara de los votantes republicanos, asegurando que no quiere dejar de subvencionar a Planned Parenthood o que Bush mintió sobre las armas de destrucción masiva para llevar el país a la guerra de Irak. Tal y como él predijo, ha matado de un disparo a un señor por la calle y aun así ha ganado.

Así las cosas, si todo sigue igual, parece que la única forma de que Trump no sea el candidato republicano en las próximas elecciones es que Rubio o Cruz den un paso atrás y se apoyen el uno al otro, quizá conformando un ticket conjunto. Vistos los resultados, es Cruz quien lo tiene más difícil para ganar, pero también quien tiene los votantes potencialmente más afines a Trump, lo que haría de su retirada un riesgo. Lo veremos después del Supermartes.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios