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EDITORIAL

Las comparaciones odiosas de la comunista Carmena

Las palabras de la alcaldesa de Madrid son un insulto al presidente de EEUU y una afrenta a las víctimas del Holocausto.

Las palabras de la alcaldesa de Madrid son un insulto al presidente de EEUU y una afrenta a las víctimas del Holocausto.
Manuela Carmena | David Alonso Rincón

La alcaldesa de Madrid ha vuelto a dar muestras de su insidioso sectarismo al equiparar al presidente estadounidense con Adolf Hitler en una intervención ante el Pleno Municipal, que, por su propia naturaleza, no suele ocuparse de los asuntos internacionales. Según la comunista Carmena, Donald Trump, que apenas lleva una semana en el cargo, está vulnerando de manera grave los derechos humanos. La jefa del concejal Zapata, el que hace chistes con millones de judíos metidos en un cenicero, considera que el hecho de que "un número importantísimo de ciudadanos norteamericanos" haya votado a Trump no puede servirle a éste de cheque en blanco, pues también Hitler "desde un primer momento fue apoyado por muchos de sus conciudadanos", aduce sin vergüenza.

Las palabras de Manuela Carmena son un insulto al presidente de los Estados Unidos, pero también una ofensa gratuita a las víctimas del Holocausto, cuyo terrible sufrimiento se banaliza con estas comparaciones infames. Comparaciones especialmente repugnantes cuando proceden de una persona que profesa el comunismo, la ideología de los cien millones de muertos que jalea en cuanto tiene ocasión su delegado de Hacienda, el descalificable Carlos Sánchez Mato.

Si ha habido una ideología que, como el nazismo, ha vulnerado los derechos humanos hasta extremos indescriptibles es precisamente la que profesan Manuela Carmena y sus compinches, aupados al Gobierno de la capital de España por culpa de la mezquindad, el oportunismo y la cobardía de un Partido Socialista que atraviesa una merecedísima crisis que le podría llevar incluso a la desaparición.

Comunistas como Carmena y sus adláteres siguen sometiendo a millones de personas a toda clase de abusos y miserias en países como Cuba o Venezuela, donde tan bien conocen a estos deslenguados liberticidas. Carmena, conviene insistir, mantiene en puestos de gran responsabilidad a apologetas de la criminal y criminógena Revolución Bolchevique y a banalizadores del Holocausto que se parten de risa con el exterminio de los judíos de Europa. Que, así las cosas, Carmena pretenda dar lecciones de democracia a nadie o hacer comparaciones de terceros con el nazismo es una ignominia más que añadir a su bagaje como alcaldesa.

Entre tanto, los escándalos siguen poniendo en el disparadero a su equipo de Gobierno, donde parece tener cabida toda clase de nepotismos e incompetencias. Al sacar a Hitler a pasear de la mano de Trump, la pésima alcaldesa madrileña no hace sino seguir el guion de los peores tiranos, que apelan al demonio exterior para tratar de desviar la atención de sus desmanes. En Libertad Digital no vamos a caer en ese sucio juego y vamos a seguir bien pendientes de las andanzas de Carmena, Zapata y el resto de la execrable compañía.

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