Menú
EDITORIAL

Los chascarrillos de Floriano reflejan el miedo del PP a Rivera

Yerra el PP confiando a un personaje tan mediocre como Floriano la labor de contrarrestar el crecimiento de Ciudadanos con argumentos de baja estofa.

El director de campaña del Partido Popular para las próximas elecciones municipales y autonómicas, Carlos Floriano, puso este lunes de manifiesto los términos en los que su partido va a tratar de ahora en adelante a Ciudadanos, la fuerza política emergente que puede arrebatarle numerosos votos en un año preñado de citas electorales. Floriano se refirió en todo momento al partido liderado por Albert Rivera como "Ciutadans", en un intento ridículo de hacer pasar por una fuerza meramente local a un partido con gran proyección en todo el territorio nacional, tal y como revelan las encuestas.

Más patética todavía fue su apelación a los votantes creyentes del PP para que se cuiden de entregar su confianza a un partido que, a juicio de Floriano, pretende llevar a cabo una política anticatólica. Además de que Ciudadanos es una formación respetuosa con la religión, no obstante su laicismo, resulta sorprendente que en el PP aludan a un presunto anticristianismo del rival como argumento político, como si el partido de Floriano no hubiera defraudado suficiente y dolorosamente a sus votantes católicos creando falsas expectativas en temas tan sensibles como el aborto.

En el PP tienen sobrados motivos para estar preocupados por las posibilidades electorales de Ciudadanos. El salto de Albert Rivera a la política nacional amenaza con arrebatar importantes bolsas de votos al PP, no sólo por los méritos del joven político catalán y el atractivo de su proyecto ideológico, sino por la decepción de los tradicionales votantes populares después de ver cómo ha actuado el Gobierno de Rajoy en toda la legislatura.

Ciudadanos y Podemos son las dos grandes novedades del panorama político, pero mientras el partido de Rivera es una alternativa viable, realista y solvente, capaz de concitar el apoyo de amplias capas de votantes moderados, el de Iglesias es un movimiento de ultraizquierda que trata de explotar la frustración de los españoles exacerbando el resentimiento y el odio, en la más pura tradición marxista-leninista.

Yerra el Partido Popular confiando a un personaje tan mediocre como Floriano la labor de contrarrestar el crecimiento de Ciudadanos con unos argumentos de tan baja estofa. El PP ha tenido tres años para ilusionar a los votantes que en 2011 le entregaron de forma masiva su confianza. En lugar de ello ha transigido con la amenaza secesionista catalana, seguido la política del PSOE en materia de terrorismo y hecho recaer el peso de la recuperación económica en las clases productivas, en lugar de acotar el despilfarro autonómico, por citar sólo tres de los asuntos que más interpelan el sentido crítico de sus votantes. Ciudadanos ha irrumpido con un mensaje claro que defiende, en esos y otros ámbitos, gran parte de los principios que tradicionalmente ha defendido el PP. Oponer a esa evidencia una colección de chascarrillos demuestra el miedo que Rivera despierta en Rajoy y sus secuaces. Tienen motivos para ello.

Temas

En España

    0
    comentarios