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EDITORIAL

¿Qué va a hacer el PSOE con Sánchez?

Si de verdad existe ese PSOE, debe oponerse a los planes de Sánchez y a sus pactos con los que quieren destruir España; y debe hacerlo con hechos, no sólo con palabras.

En las últimas semanas, Ciudadanos ha teorizado sobre la existencia de un verdadero PSOE que estaría siendo víctima del sanchismo, especie de virus que habría atacado a ese partido y entregándolo al separatismo y el comunismo bolivariano.

La teoría esgrimida por Rivera y los suyos parece fruto más del voluntarismo y de cierta estrategia política que de la realidad: Pedro Sánchez logró una victoria contundente en las primarias de 2017, y desde entonces no ha tenido una oposición interna que merezca tal nombre, a pesar de la cadena de despropósitos que ha perpetrado y, sobre todo, a pesar de que en junio de 2018 llevase a cabo el pacto que los barones socialistas habían frustrado en 2016 con su destitución.

Sin embargo, bien sea por motivos intelectuales, éticos o por puro instinto de supervivencia, si de verdad hay otro PSOE bajo la capa de arribismo, inmoralidad y frivolidad que representan Sánchez y los suyos, ha llegado la hora de que salga a la superficie y ayude a poner fin los desmanes de un presidente que parece estar dispuesto a cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder y que también parece haber perdido las nociones más básicas sobre qué es y qué no es tolerable en un sistema democrático.

Ha pasado el tiempo en el que bastaban unas declaraciones en clave interna, ya no es suficiente con una queja para consumo interno que al día siguiente se matiza o se corrige entre feroces críticas a "las derechas". Si de verdad existe ese PSOE, debe oponerse a los planes de Sánchez y a sus pactos con los que quieren destruir España; y debe hacerlo con hechos, no sólo con palabras.

Además, el calendario electoral es endiablado para todos menos para el propio Sánchez: tal y como ocurrió en Andalucía, en las próximas elecciones municipales y autonómicas el PSOE puede hundirse en toda España, e incluso los pocos barones que todavía se sienten relativamente seguros sobre su futuro podrían llevarse, como se llevó Susana Díaz, una muy desagradable sorpresa.

En caso contrario, lo más probable es que, tras el paso de Zapatero y de Sánchez por el poder, ya no quede PSOE que salvar. No podemos decir que esta sería una malísima noticia, dada la lamentable hoja de servicios de este partido en la mayor parte de sus ya 140 años de vida; pero sí sería la enésima oportunidad desaprovechada por los socialistas para rendir un servicio a España frente a sus enemigos… y para salvarse a sí mismos.

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