VUESTRO SEXO, HIJOS MÍOS
El sexo casual
Copulantes amadísimos: Bien mirado, tener sexo libre sólo depende de que te hayan obligado a hacer las cochinadas o, por el contrario, de que te hayan impedido hacerlas. Una monja puede vivir su sexualidad libremente sin comerse una rosca, lo mismo que una casada o una prostituta comiéndoselas.