Pasado el 12 de Octubre, algunas justas críticas de la siempre justa y crítica izquierda española (o antiespañola, qué más da) han abierto los ojos a nuestros poetas sobre las deudas pendientes de la Historia.
La Historia es una sucesión de agravios, deudas impagadas y abusos de poder. Solo cuando hayamos cobrado y pagado hasta la última cuenta podremos dedicarnos a hacer algo por nosotros mismos.
Lean a nuestros poetas y súmense a la causa de la Justicia Intemporal:
ROMA DEBE PAGAR
por Monsieur de Sans-Foy
¡Pagad por la invasión, pueblo romano!
Pagad con vuestro rico patrimonio.
La Historia ya ha prestado testimonio
en contra de Escipión, el africano.
¡Pagad por el granito segoviano!
Pagadnos, opresores del demonio,
el óbito de Indíbil y Mandonio,
las gárgaras de Adriano Celentano.
Pagad por la conquista y por la estancia.
¡Pagadnos los pucheros de Numancia
y el susto que le disteis a Viriato!
Pagadnos el metal y el mármol blanco.
Pagad por enviarnos otro Franco,
más tórrido y letal: Franco Battiato.
QUE NOS PAGUEN, PARA PAGAR NOSOTROS
por Fray Josepho
Que paguen en Italia por lo que perpetraron.
Su horrible genocidio tendrá reparación.
Que paguen a los pueblos a los que sojuzgaron.
Que se hinquen de rodillas para pedir perdón.
Las deudas de la Historia tendrán que ser devueltas.
Hoy sí que estoy de acuerdo, carísimo Sanfuá.
Nosotros somos íberos, nosotros somos celtas,
y fuimos sometidos. Que paguen, pero ya.
Y cuando satisfagan las indemnizaciones,
¿qué haremos con la pasta? Pues yo se lo diré:
nosotros la usaremos en dar compensaciones
a aquellos que agraviamos en nombre de la fe.
¿A quiénes les robamos sus múltiples tesoros,
echándolos de España con gran brutalidad?
Pues, sí, Mesié, a los árabes. O séase, a los moros.
Es justo que abonemos muy alta cantidad.
También hay que pagarles cuantía estratosférica,
por el descubrimiento, conquista e invasión,
a todos esos pueblos de Norte y Sudamérica
que sufren la ignominia del viaje de Colón.
Y en paz ya con los moros y los americanos,
nos queda la vergüenza por el peor desmán…
¡Paguemos los atroces martirios inhumanos
que sufre, por nosotros, el pueblo catalán!