Menú
ECONOMÍA

Qué es el mercado

El mercado es la forma de cooperación social económica que se produce espontáneamente cuando están asegurados los derechos individuales de todas las personas. No es perfecto. Nada lo es. Y como nada es perfecto en el mundo de los humanos, los resultados de cualquier sistema o cosa dependerán de quién sea el encargado de evaluarlos; y no a todos dejarán satisfechos.

El mercado es la forma de cooperación social económica que se produce espontáneamente cuando están asegurados los derechos individuales de todas las personas. No es perfecto. Nada lo es. Y como nada es perfecto en el mundo de los humanos, los resultados de cualquier sistema o cosa dependerán de quién sea el encargado de evaluarlos; y no a todos dejarán satisfechos.
El mercado es el único sistema que puede reducir la pobreza pacíficamente. Pacíficamente, sí; como dicen que dijo Benito Juárez, "el respeto al derecho ajeno es la paz". El mercado no garantiza resultados, pues es una meritocracia y, en consecuencia, cada cual es juzgado en función del beneficio que procura a los demás, sobre la base de las prioridades y el poder adquisitivo de los demás.

Todo el mundo, en su afán por conquistar cada vez más cuotas de bienestar individual y familiar, se esmera en producir bienes y servicios que los demás quieran y puedan comprar. Así las cosas, el mercado es un sistema con un incentivo/imán muy poderoso –el deseo de prosperas de cada cual– y donde todos compiten por enriquecer a los demás.

Lamentablemente, suele confundirse el mercado con el sistema mercantilista,que ha prevalecido en América Latina desde los tiempos de la colonia. Lo heredamos de Europa y, por eso, no nos modernizamos como los países sajones, que dieron libertad a la ciudadanía en el terreno económico, dentro de los límites del respeto a los iguales derechos del prójimo.

El sistema mercantilista se basa en el privilegio, el compadrazgo, el proteccionismo, los monopolios, los cárteles legales, etc. Si se comprendiera esto, no habría tanto prejuicio contra el mercado y se apreciaría la relación existente entre la protección a los derechos individuales y la prosperidad.

Una desventaja del mercado: comprender los mecanismos que lo coordinan requiere de un estudio riguroso, tarea que no todos están dispuestos a emprender. Es necesario estudiar, por ejemplo, la teoría de los precios, porque es el sistema coordinador. Es necesario comprender las ventajas comparativas (confundidas con las competitivas) para entender cómo la cooperación social funciona desde tiempos inmemoriales y poder apreciar que, cuando no media coacción o violencia, los intercambios resultan beneficiosos para todos los que participan en él.

Por suerte, para funcionar, el mercado no necesita que se le comprenda. Basta ver cómo funciona el sistema ordenado de producción y distribución de alimentos, que es la más urgente e importante necesidad social, y en la que el Gobierno sólo ejerce funciones de policía: no dicta cuántas papas y zanahorias se deben producir y llevar al mercado, ni el precio de los productos. Si la gente no puede comprar X, entonces es que X está muy caro: su productor no prosperará, pues. Pero tampoco lo hará si lo vende muy barato...

Otra desventaja del mercado es que produce desigualdades. Pero, al contrario de lo que ocurre en el mercantilismo, esas desigualdades no revelan que unos se enriquecen mientras otros se empobrecen. En el mercado todos se enriquecen, aunque de manera desigual. Y ocurre así porque se trata de una meritocracia y no todos sirven a la sociedad con la misma eficacia.

Encontramos otras desventaja del mercado en su inestabilidad. Pero es que el progreso precisa de cambios, y éstos llevan de la mano la inestabilidad y los sacrificios.

El mercado no es perfecto, repito, pero es el único que reduce la pobreza y respeta la dignidad del individuo.


© AIPE

MANUEL F. AYAU CORDÓN, rector emérito de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala).
0
comentarios