Menú
José García Domínguez

'Black Alien' es catalán

En la Cataluña profunda la gente de antes no sabía hablar en castellano porque no había ido al colegio. Ahora, sus nietos no saben por sí haber ido.

En la Cataluña profunda la gente de antes no sabía hablar en castellano porque no había ido al colegio. Ahora, sus nietos no saben por sí haber ido.
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès. | EFE

Hay algo definitivamente misterioso, por lo inaprensible, en la estupidez humana. A mí, esa obsesión compulsiva de los indigenistas catalanes por amputar el idioma castellano de las laringes de sus hijos me recuerda a un tal Anthony Loffredo, de nombre artístico Black Alien. Quizá el lector haya visto alguna foto suya en la prensa, ya que estos días anda exhibiéndose por algunas ciudades españolas al modo de aquellos monstruos de feria que viajaban de pueblo en pueblo con los circos de antes. Se trata de un pobre enajenado que, tras más de una docena de operaciones quirúrgicas, se ha extirpado las orejas, media nariz, el labio superior y un par de dedos, amén lucir ambos ojos teñidos de verde y de haberse tatuado el 100% de la piel que cubre la parte del cuerpo que todavía conserva.

Para acabar de mostrar una imagen acorde con su ideal, Loffredo procedió asimismo a seccionar en dos su lengua a fin de convertirla en bífida. Ahora, según leo en su muy concurrida página web, trabaja en un proyecto ilusionante, el de cortarse media pierna para así parecerse un poco más a su personaje de cómic favorito, un extraterrestre tullido. En la Cataluña profunda, léase en todo lo que no es Barcelona y su área de influencia, la gente de antes no sabía hablar en castellano porque no había ido al colegio. Y la gente de ahora, o sea sus nietos, tampoco sabe hablar en castellano, pero no por no haber ido al colegio, sino por todo lo contrario, por sí haber ido.

Nunca se dice, pero el más grave problema lingüístico de Cataluña es el que sufren los chavales de las comarcas donde la lengua vernácula resulta ser hegemónica desde siempre. Gente como esa tan joven y tosca portavoz de la Esquerra ( no recuerdo ahora su nombre), criatura incapaz de manejarse en la lengua común en un registro que no recuerde al de los indios apaches en las películas del salvaje oeste. Someter, además de forma consciente y deliberada, a sus propios hijos a una mutilación cultural llamada a implicar onerosas consecuencias de por vida es mucho peor que un crimen: es una soberana estupidez. Black Alien todavía no lo sabe, pero es catalán.

Temas

En España

    0
    comentarios