La ACB tras varios años de zozobra, parece tener algunos motivos para empezar a recuperar el optimismo. Pese a que un verano más, la fuga de talento a otras ligas de Europa o a la NBA, ha superado a priori a la calidad de los incorporados, es indudable que el apoyo de Endesa a la competición, y la firma del nuevo contrato televisivo con Movistar, ya inminente, suponen dos importantes aldabonazos para la estabilidad futura. Sin embargo, si los gestores de la calle Iradier se conformaran con sólo eso, estaría cometiendo un grave error.
La presentación de la Liga Endesa por regla general no sirve para obtener grandes titulares. Suele ser un acto más o menos divertido, según los gustos, pero en el que no se puede esperar que, especialmente los jugadores o entrenadores que participan, dejen frases para el recuerdo. Sin embargo, este año, el protagonista absoluto de la gala ha sido un Aíto García Reneses que ha llevado al primer plano algunas de las reivindicaciones que buena parte de los aficionados y la prensa vienen haciendo desde hace tiempo en pos de mejorar la calidad del juego.
Y es que el veterano entrenador madrileño se lució. En una fase del acto en la que Juanma Iturriaga y Antoni Daimiel, los conductores, invitaron a Pablo Laso, Joan Plaza, Xavi Pascual y Luis Casimiro a acompañarles, junto al laureado técnico del Herbalife Gran Canaria, trataron de sacarles algugas declaraciones interesantes. Duro objetivo, hasta que le tocó a Aíto. "¿Qué destacaríais de la Liga Endesa?", preguntó el bilbaíno a los presentes, que comenzaron a tirar de tópicos y el repertorio habitual. "Es una liga de máximo nivel, con jugadores y entrenadores referentes", apuntó Joan Plaza. "Me gusta el espectáculo que supone, la gente que va a los pabellones suele repetir", añadió Pablo Laso. "Es una liga competitiva, cualquiera te puede ganar", señaló Xavi Pascual, al que habría que recordarle que cualquiera te puede ganar... salvo en playoffs, en los que la final Real Madrid-Barcelona se repite de forma casi indigesta en los últimos años, pero ese es otro tema.
Llegó el turno de Aíto, que huyó de frases prefabricadas y sacó el estoque. "Tenemos un reto, es necesario enganchar a los menos aficionados, a los que no son fanáticos del baloncesto". Primera bomba entre el buenismo poco creíble del momento. Instantes más tarde, segundo torpedo: "Me gustaría que se castigara de verdad la falta táctica. Aceptamos el reglamento, pero queremos que se aplique tal y como es. Si en el baloncesto no podemos correr, mejor ni entrenamos". De inmediato, Iturriaga contrapreguntó: "¿Pero esas faltas las pedís los entrenadores, no?". A lo que el sabio Aíto, de nuevo genial, contestó: "Unos más que otros", provocando una risa incómoda en los entrenadores que tenía a su vera. Desde Pascual, el mayor aplicador de la falta táctica en España, hasta Pablo Laso, que no podrá negar que su Real Madrid también se ha entregado excesivamente a ella en los últimos meses.
La falta táctica es una de las grandes lacras del baloncesto. Una de las acciones que la convierten en un deporte aburrido por momentos. Este juego necesita ser espectacular, mostrar velocidad y acciones para el recuerdo. ¿Por qué enamoran tanto Stephen Curry y sus Warriors, o el Real Madrid de `los Sergios´? Por jugar a toda revolución y ofrecer esas imágenes. Ahora, muchas de ellas se quedan en el camino por esa maldita acción del juego, que siguen consintiendo los arbitrajes y aprovechando los entrenadores. Es la hora se atacarla definitivamente, ahora que la ACB, a lomos de su nuevo contrato televisivo, tiene que aprovechar una gran oportunidad. Si se logra ese objetivo, el otro gran caballo de batalla planteado por Aíto (enganchar al aficionado medio), estará mucho más cerca. Aíto le ha marcado el camino a seguir a la Liga Endesa. Ojalá se le escuche, que más sabe el diablo por viejo que por diablo, ya se sabe.