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Pablo Planas

Humor de izquierdas

Tan graciosos que son todos, pero luego se suben por las paredes si se sienten criticados o señalados.

La izquierda española tiene unos humoristas y un sentido del humor extraordinarios, sin parangón en el mundo, de una naturaleza sensacional, sin competencia, al punto de que tienen copada la escena nacional. Vamos, es que en España para ser humorista es condición sine qua non ser de izquierdas. Luego ya lo de tener gracia es muy secundario porque lo desternillante de nuestros humoristas, ya sean gráficos o monologuistas, es que la gracia la tienen ahí donde la espalda pierde su buen nombre.

Dado que el gremio se caracteriza, en general, por su fanatismo izquierdista, pues se practica una especie de humor político cuya sustancia consiste en sonarse los mocos con la bandera de España. O reírse del secuestro de Ortega Lara, que se conoce que es una cosa graciosísima para estos chicos y chicas. Es que se parten con el chiste de los 532 días que se pasó en un zulo de ETA, jajaja. La monda.

Luego está la versión catalana de la cosa, lo del "puta España" en TV3. Y lo último de lo último, llamar energúmenos a los votantes de Vox y hacer bromitas con apedrear guardias civiles, que es un momento cumbre del humor independentista a cargo de un par de sujetos que viven la mar de desahogados de los impuestos de todos los residentes en Cataluña, incluidas las dianas de sus gracietas.

Sin embargo, tan graciosos que son todos, pero luego se suben por las paredes si se sienten criticados o señalados. Y es que no saben aguantar una broma. Sólo hacerlas. Es decir, que con ellos, bromas las justas. No toleran ni un chiste ni medio. Así que si a alguien se le ocurriera decir, un suponer, "hoy quiero desear un buen día de mierda a los energúmenos que han participado en la última manifestación separatista" o "al independentismo se le combate con un puñetazo en la boca", no se lo tomarían nada bien.

Tampoco les harían ni puñetera gracia las mofas sobre alguien a quien considerasen una víctima. Eso sí, ellos tienen barra libre para dibujar a Ortega Lara tumbado al sol con esta leyenda: "El pobre Ortega tiene el cuerpo lleno de quemaduras; no es sano estar cara al sol tras tanto tiempo a oscuras". ¿De verdad eso le puede hacer gracia a alguien? Hay que estar jodidamente enfermo para idear semejante viñeta. Muy enfermo.

Sin embargo, no son pocos quienes defienden en las redes sociales, auténticas fosas sépticas de la naturaleza inhumana, esa portada de El Jueves con el argumento de la libertad de expresión o, peor aún, porque Ortega Lara milita en Vox. Por la misma regla de tres, llamar "maricón" a alguien también sería un alarde extremo de libertad de expresión. Y escribir esa palabra bajo la caricatura de un líder de la izquierda pues sería un chiste. ¿No? ¿Ah, que no va así? ¿O sea que vale contra Ortega Lara porque es de Vox, pero nada más? Claro, es que los fachas somos tan imbéciles que no pillamos los chistes y no nos cabe en la sesera que se pueda uno reír de las desgracias ajenas, sean agresiones, violaciones, asesinatos o secuestros.

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