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Sergio Valentín

Simeone vs Ancelotti: las justificaciones no sirven de nada

Ancelotti ha hecho más autocrítica en el único partido que el Real Madrid no ha ganado, que Simeone en toda la temporada.

Ancelotti ha hecho más autocrítica en el único partido que el Real Madrid no ha ganado, que Simeone en toda la temporada.
Simeone y Ancelotti | EFE

35 disparos para dos goles. Estaremos todos de acuerdo en que al Real Madrid le perjudicó su falta de puntería ante el Shakhtar Donetsk. Es algo similar, salvo por el pequeño detalle del resultado, a lo que le sucedió al Atlético de Madrid un día antes ante el Brujas. En esta ocasión Simeone, porque su catálogo es tan grande como el de Ikea, justificó la derrota en la "la falta de contundencia". Resulta que el Atlético tuvo dos ocasiones, una de Morata y otra de Griezmann, y como no metieron las suyas (es plural de milagro) y sí marcó el rival antes que ellos, la derrota se explicaba así: contundencia por aquí, contundencia por allá... y así van ya 6 victorias en los últimos 21 partidos de la Champions para el Atlético de Madrid.

Carlo Ancelotti no tuvo que justificarse porque su equipo ganó, como ha hecho en las tres jornadas de Champions y en todos los partidos de Liga, salvo en el último. Pues aun con esta buena dinámica, aun viniendo de ganar Champions y Liga, a Carlo Ancelotti no le faltó autocritica por el empate ante Osasuna. "No es buena o mala suerte. Hablar de esto oculta los problemas que tienes o el mérito que tiene el rival. Si después del partido ante Osasuna yo digo que hemos tenido mala suerte porque fallamos el penalti, ocultó los problemas defensivos que hemos tenido en la recuperación del balón y dos, ocultó el mérito del rival...es importante crear un equipo con una mentalidad colectiva fuerte". Hay más autocrítica en Ancelotti, que va de victoria en victoria, que en Simeone, que va de excusa en excusa. Por cierto, esta respuesta de Ancelotti vino provocada por la reflexión de otro entrenador, casi novato, de Xavi Hernández, quien se atrevió a afirmar que "el campeón de LaLiga es más justo que el de la Champions". Es un Guardiola 2.0, pero sin haber ganado nada todavía.

La cuestión, y volviendo al asunto inicial, es que es esencial detectar tus propios errores para corregirlos. Simeone habló de "falta de contundencia" por dos ocasiones. Estoy seguro de que si el Atlético de Madrid hubiera realizado 35 disparos hubiera ganado el partido al Brujas y Simeone no habría mencionado la palabra "contundencia" ni una sola vez. Pero claro, para crear 35 disparos tu equipo tiene que jugar bien, realmente bien y eso es lo que hizo el Madrid este miércoles. En plena crisis de audiencia, el Real Madrid dio motivos para seguir creyendo en este deporte. Fuera conservadurismos justificados en dos disparos a puerta en 45 minutos, bienvenido el espectáculo ofensivo de los grandes artistas. Fue una maravilla ver la inspiración de Benzema, Rodrygo y Vinicius para desbordar de manera individual o de forma colectiva combinando por el centro, con tan pocos espacios, calculando, midiendo los tiempos para ir avanzando como si fuera a cámara lenta cuando en realidad lo hacen todo rapidísima. El Madrid tuvo la chispa y energía que no tuvo Osasuna, algo de lo que luego se quejó Ancelotti. Quizá esto último tuvo algo que ver en el cambio.

Y hablando de cambios. Fue una total sorpresa ver al Madrid con un nuevo sistema. ¡Hasta Ancelotti se comprometió públicamente a respetar el 4-3-3! Es interesante ver este último movimiento del entrenador italiano. Utilizó un 4-4-2 aprovechando la versatilidad y el físico que le da Valverde para jugar de interior o de extremo dependiendo de la jugada o situación y el gran momento de Rodrygo. El brasileño tiene un don para leer el fútbol (algo similar a Benzema) y para asociarse en espacios reducidos. Puede jugar en banda y hacerlo realmente bien, pero no es Vinicius. Donde él destaca más es por el centro, con cierta libertad, y por detrás de Benzema. Quizá no tenga continuidad este sistema y esta posición de Rodrygo, pero siempre es bueno que Ancelotti pueda manejar otra alternativa que también le funcione. El 4-4-2 es un sistema más arriesgado también porque solo hay dos mediocentros. El rival, inferior en todos los sentidos, era el propicio para asumir esa inferioridad en el centro del campo. Sin embargo, Tchouaméni entendió y ejecutó bien este papel. Tuvo una buena lectura táctica para ubicarse y robar rápido en anticipación tras pérdida y entendió que la pelota tenía que moverse rápidamente con dos toques como máximo si es posible. Control y pase y si puede, hacia adelante. Tchouaméni subsanó sus errores ante Osasuna, esos por los que Ancelotti le sustituyó bien prontito. Entienden por donde voy, ¿verdad? Autocrítica, análisis de los errores, trabajo con los jugadores y finalmente, mejora sobre el terreno de juego.

Sí, sé que fue ante el Shakhtar Donetsk y sé que ante el Chelsea, Manchester City o PSG tuvo menos ocasiones que el rival. La cuestión es que Ancelotti sabía que su equipo era inferior en muchos aspectos y por eso buscó un planteamiento distinto para su equipo. Más conservador, más al contragolpe ante unos y más ofensivo o valiente ante otros. Si el Atlético hubiera hecho el mismo partido ante el Manchester City no habría dicho nada de Simeone hoy. La duda, respecto al Real Madrid que tengo ahora, bendita duda para Ancelotti, es que hará en el clásico que se disputa ante el Barcelona en diez días. Ahora mismo el Real Madrid tiene 12 titulares. Fede Valverde se lo ha ganado y Rodrygo se lo está ganando, si es que no se lo ha ganado ya.

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