
Miguel Delibes

Miguel Delibes Setién (Valladolid, 17 de octubre de 1920-Valladolid, 12 de marzo de 2010) fue un novelista español y miembro de la RAE, ocupando la silla "e". Licenciado en Comercio, gran conocedor de la fauna y la flora de Castilla y apasionado de la caza y del mundo rural, comenzó su carrera como columnista y periodista en El Norte de Castilla, que llegó a dirigir. Es una de las primeras figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil. La muerte de su mujer en 1974 lo marcó profundamente y en 1998 padeció un cáncer de colon, del que nunca llegó a recuperarse completamente.


Artículos literarios
Al final, la intuición literaria equivale al ojo clínico de los médicos: es algo que no se puede enseñar; y menos si el curso es 'on line'.

Miguel Delibes y su amor por la naturaleza y la caza
Lucinio Serrano habla de naturaleza, del campo y de la caza.

García Morente, vida privada y totalitarismo
El estado tiene sentido si garantiza y hace crecer desde la igualdad de oportunidades las vidas privadas de las personas en la máxima libertad posible

La sencillez de las novelas de Miguel Delibes
No se circunscribió a una fórmula narrativa única y se mostró siempre atento al devenir de la literatura de su tiempo.

Miguel Delibes: toros, caza y crueldad
Palabras del autor de 'Diario de un cazador': "Se está imponiendo una falsa sensibilidad que me aterra".

Anécdotas de caza de Miguel Delibes en su centenario
Lucinio Serrano habla del campo y de la caza y comenta con el hijo de Miguel Delibes algunas anécdotas en el centenario de su nacimiento.

Delibes o la autenticidad
Retengamos esa expresión, tan simple, en definitiva: la humanidad profunda es lo que ha interesado siempre a Miguel Delibes.

Delibes, el novelista más cinematográfico
Películas, series y documentales fueron extraídos de la narrativa de Delibes que se caracterizó por la escritura clara y fina, así como el análisis inteligente de conflictos sociales y crisis personales.

Miguel Delibes: muerte, infancia, naturaleza, prójimo
De los tres grandes narradores de la primera posguerra su obra es la que presenta mejor salud. Ni Cela ni Torrente Ballester cuentan con tantos fieles