Las redes sociales se han convertido en una puerta abierta a la vida íntima de muchas personas, sin entender los peligros y las consecuencias que puede generar exhibir tanta información en Internet. En la actualidad, es muy común compartir con otros usuarios acontecimientos importantes, ya sean viajes, graduaciones, o, hasta nacimientos. Sin embargo, la mayoría de la gente ignora el gran problema que puede provocar que el contenido llegue a malas manos, más aún si se trata de contenido que implique a menores de edad.
Sharenting y sus peligros
El Sharenting es el término que se le da a la acción de mostrar en redes la crianza de los hijos, a través de la exposición masiva de estos. A menudo, los padres suben en sus cuentas de Instagram, Youtube o Tiktok imágenes o vídeos con la intención de mostrar con orgullo los momentos felices que pasan en familia, pero no prestan atención a la inmensa cantidad de datos sensibles que muestran, entre los que pueden estar: la ubicación de sus casas o el colegio, las extraescolares que hacen, sus edades, etc., una situación que puede terminar afectando al menos a largo plazo.
El estudio Sharenting: análisis del uso comercial de la imagen de los menores en Instagram realizado en la Universidad de Vigo se centra en el uso inapropiado de imágenes de menores que han expuesto las propias madres influencers para promocionar o vender productos. No solo muestra los factores más alarmantes de esta práctica, sino que también abre un debate sobre lo ético que es utilizar a un hijo para un beneficio personal.
La huella digital
El material que se sube a Internet es prácticamente imposible borrarlo por completo, incluso si se elimina del perfil, por ello, es de vital importancia pensar bien qué es lo que se va a compartir y si se quiere arriesgar uno a que esté toda la vida en la nube. Esto parece algo evidente, pero la realidad es que pocos se paran a reflexionar sobre ello, asimismo, es necesario entender que lo que se publica ahora puede provocar arrepentimiento en el futuro.
También hay que tener en cuenta el entorno, más allá de los peligros que pueda tener que un desconocido vea las publicaciones, están las consecuencias a corto plazo, como la posibilidad de que compañeros del colegio visualicen el material que se ha subido. Puede parecer divertido compartir con otras personas momentos cómicos familiares, pero los más jóvenes pueden no verlo de la misma manera y, en el peor de los casos, el niño que ha sido expuesto puede recibir burlas del resto de compañeros.